JOGLARS CELEBRAN SUS 50 AÑOS EN ESCENA CON ESTA OBRA FUTURISTA

2036 Omena-G es el primero de los actos del cincuentenario de Joglars, la compañía privada más longeva de Europa. Para este 50 aniversario, que se cumple en 2011, lejos de echar la vista atrás, Albert Boadella da un salto de 25 años hacia el futuro construyendo lo que se podría llamar un «anti homenaje”: imaginemos que en 2036, en el 75 aniversario, se realiza un acto de homenaje a la compañía.
La sinopsis es muy sencilla: en el año 2036 una importante entidad bancaria del momento, junto a unas relevantes empresas, patrocinan el homenaje a los supervivientes de la que fue en el pasado una insigne compañía de cómicos que viven en el desvencijado «Hogar del Artista”. El homenaje está conducido por unos jóvenes artistas del año 2036, cuya relación con los viejos cómicos pone de relieve mundos muy divergentes…
Joglars se lanzan así a la compleja pirueta de narrar lo divertida que resulta la propia tragedia si conseguimos aceptarla con humor. Para ello, no hay que rechazar la crueldad en igual proporción a la ternura. El payaso que imita al niño es el humor blanco y el que imita al viejo es el humor negro. Su representación se llama tragicomedia. El resultado es una obra cruel, divertida, tierna, sarcástica y sin restricciones interpretada por el habitual equipo artístico de Joglars: Jesús Agelet, Ramón Fontseré, Pilar Sáenz, Jordi Costa, Minnie Marx, Xavier Sais, Dolors Tuneu y Lluis Olivé.

Desde 1961 el teatro de Joglars ha compaginado dos tendencias que rara vez aparecen juntas: la investigación fuera de cualquier convencionalismo y la popularidad. Estamos acostumbrados a ver las más interesantes experiencias de investigación reducidas siempre a un público minoritario, de la misma forma que cuando un teatro se distingue por una notable popularidad, lo es muchas veces a través de fórmulas que expresan una cierta sumisión hacia los gustos más zafios del público. Conseguir, pues, un alto índice de audiencia con obras innovadoras desde el punto de vista del estilo y los contenidos, ha sido la pirueta más singular de la compañía. Joglars sigue manteniendo un teatro directamente relacionado con la realidad circundante. Por este motivo sufrieron un día prisión y un consejo de guerra, y en otras ocasiones ha significado polémicos enfrentamientos con distintas facetas del poder. Su inclinación por llevar a la escena la libertad de pensamiento ha hecho que en los últimos tiempos sus trabajos no tiendan a satirizar simplemente lo que ocurre fuera del teatro sino que se dirigen directamente a los mitos, creencias y tabúes de los propios espectadores que asisten a la obra.
El sarcasmo que Joglars ha destinado a los demás a lo largo de su historia, ahora también lo aplican sobre ellos mismos sin contemplaciones en «2036 Omena-G». La función permanecerá en escena hasta el 4 de abril.