«Welt Am Draht» (1973) pivota sobre una empresa cibernética que ha creado un mundo paralelo en miniatura poblado de «unidades de identidad»

Fassbinder dejó un legado de 40 películas, la legendaria adaptación para televisión de la magna obra de la literatura alemana «Berlin Alexanderplatz» de Alfred Döblin y dos episodios apenas conocidos, «Welt am Draht», de crimen y ciencia ficción que fueron emitidos en octubre de 1973. Con su estreno, se subrayará el carácter de anticipación de Fassbinder, que creó estas piezas maestras, mucho antes de fábulas cautelares parecidas posteriores como «Blade Runner», «Tron», «Matrix», «Nivel 13», «El show de Truman», «Dark City» y «Avatar», entra otras. Los dos capítulos muestran inmersiones en mundos virtuales, ilusiones generadas por computadoras así como una disección y meditación acerca de las inteligencias humanas y artificiales.

Los capítulos que se estrenarán en los cines estadounidenses han sido restaurados por su director de fotografía, el legendario Michael Ballhaus -que participó en 15 películas del director muniqués-, desde la Fassbinder Foundation. El guión corrió en su momento a cargo del propio Fassbinder en colaboración con Fritz Müller-Scherz. En una entrega de hora y media, se estrenó en febrero en la pasada Berlinale 2010. El próximo 14 de abril, se estrenará en el Museo de Arte Moderno (MoMa) de Nueva York. «Welt Am Draht» es una adaptación de la novela de 1964 de Daniel F. Galouye que pivota sobre una empresa cibernética que ha creado un mundo paralelo en miniatura poblado de «unidades de identidad», sin saber que oscuros poderes lo controlan.

El investigador Fred Stiller (Klaus Löwitsch) entra y sale en el universo irreal para descubrir con horror que quizá el mundo real sea también una simulación. Es una pieza que podría haber firmado cómodamente Philip K. Dick. Y se trata de una rareza, desde que las películas del bávaro se centraban sobre realidades sociales e históricas. En cualquier caso, el director de «Mi nombre es Alí» siempre reflexionó sobre la naturaleza y la razón de ser humanos. En el caso de «Welt Am Draht» estas reflexiones y juegos mentales se desarrollan en un ámbito cósmico. Fassbinder siempre lo consideró un «entrenimiento cerebral».

Y es que Fassbinder, nacido apenas unas semanas después de la rendición alemana a los aliados, poniendo fin a la II Guerra Mundial, quiso también recuperar para la memoria tedesca las lacras del control social instaurado por los nazis. Y aunque la mayor parte del filme fue rodado en Alemania, Fassbinder utilizó localizaciones en París para sus paisajes distópicos, al igual que hizo Jean-Luc Godard en «Alphaville» (1965), para sugerir entornos futuristas abominables.

Fassbinder rodó en 44 días con un presupuesto de 900.000 marcos alemanes de entonces (unos 350.000 euros de ahora). El director lo simultaneó dirigiendo una producción teatral en Bochum y la producción de una de vampiros, «La ternura de los lobos» para Uli Lommel, a partir de un texto de Kurt Raab, ambos miembros de la «Factoría Fassbinder». Lommel y Raab interpretaron pequeños roles en «Welt Am Draht» y recuerdan ahora que no hubo ensayos, típico sistema de trabajo de Fassbinder. Fue un rodaje sin complicaciones y el equipo bebía hasta la madrugada en Alcazar, un club de copas parisino. La resaca y las ojeras iban bien físicamente a sus emaciados personajes.

Y aunque Fassbinder nunca la incluyó entre sus diez películas favoritas -de las dirigidas por él- le confesó en 1981 a Löwitsch que soñaba con que un día fuera estrenada en cines. En el reciente estreno en la Berlinale, acudieron miembros del reparto como Ingrid Caven, Günter Lamprecht, el director de fotografía y restaurador Michael Ballhaus y el guionista Müller-Scherz. Este último declaró en Berlín: «Esta película opera en paralelo con el universo que Rainer Werner se construyó. Nosotros éramos sus colaboradores y emocionalmente ultradependientes unos de otros». Rainer Werner Fassbinder debe de estar disfrutando en el infierno.

«Welt Am Draht» se estrenará en el MoMA de Nueva York el 14 de abril.