La hija de Alec y Kim presenta a su novio en la boda de su padre

«Fue amor a primera vista» dijo Ireland Baldwin Basinger a los fotógrafos que la pillaron con su primer novio cuando se digirían a una heladería del Greenwich Village, Amorina Gelato. La boda de su padre, Alec Baldwin, de 54 años, con Hilaria Thomas, de 28 años, fue el motivo de la presentación. Y es que el actor de «30 Rock» ha vuelto a montar varios tacos con la agresividad que se le reconoce. Si el año pasado fue expulsado de un avión de American Lines por negarse a apagar un cacharrito de juegos durante el despegue, este año ha batido su propio récord.

Famoso por su volatilidad, Alec Baldwin mantuvo un violento altercado con un paparazzi que se empeñaba en fotografiar el paseo con su futura y nueva esposa. Después, fue su boda secreta que le ha convertido en un hombre envidiado.
Ireland, cuya madre es la semiretirada Kim Basinger, ha heredado los rasgos de su madre, con su melena rubia y largas piernas. La batalla por su custodia fue de lo más intensamente polémica. En las fotos, luce un romántico vestido de algodón, muy favorecedor. También se aprecia en su nuca un tatuaje que reza «Truth» (Verdad).

El novio, muy jovencito, iba más informal, con polo, vaqueros y una pista sobre sus calzoncillos. Prosigue la joven dama: «Nos concoimos en una fiesta con motivo de la Pascua y fue amor instantáneo». Mientras, el novio y su prometida eran vistos saliendo de la Iglesia de San Patricio, en Nolita, un barrio en Manhattan al Oesta del Lower East Side. Iba con una camiseta y pantalones khakis e iban acompañados de un pequeño entourage con los que ensayaron la ceremonia.
En el grupo estaba Ireland. Hilaria iba estupenda en un vestido azul marino y gris, y cinturón. Ocultaba sus ojos tras enormes gafas de sol. Parece haber heredado de su ya marido del odio africano hacia los periodistas. El grupo de la boda intentó evitar a los fotógrafos, sin éxito. La agresión al fotógrafo -la segunda este año- se produjo en la puerta de su residencia. Le agarró tan fuerte del brazo que la víctima del asalto se quejó de que se lo estaba rompiendo. El actor, fuera sí, gritó: «Quiero que te calles de una puta vez y qu te vayas de aquí. Eres una nenaza».
La novia es una instructora de yoga. A comienzos de junio también se enfrentó a otro, a las puertas de la oficina de licencias matrimoniales. Y hace cinco años le llamó a Ireland, «pequeña cerda». Y es que lo suyo es genio y figura. Y el año próximo ha amenazado con entrar en la actividad política.