Fallece a los 82 años el director Isao Takahata, nombre clave en el cine de animación japonés y cofundador del Estudio Ghibli

Isao Takahata, co-fundador y director del mítico Studio Ghibli, creadores de algunas de las mejores películas de animación de la historia y con alguna colaboración en el mundo de los videojuegos, ha fallecido este jueves 5 de abril a los 82 años tras lidiar contra un cáncer de pulmón. La salud de Takahata se había debilitado desde el verano pasado.

Nativo de la prefectura de Mie, en el centro de Japón, Takahata sobrevivió a los nueve años a un ataque aéreo contra la ciudad de Okayama: 100.000 bombas incendiarias que mataron a 1.700 personas. Tras estudiar Filología y Literatura francesas en la Universidad de Tokio, inició su carrera en el estudio Toei a finales de los cincuenta, donde dirigió su primer largo animado en 1968, «La princesa encantada», un rotundo fracaso comercial que marcaría el cariz inconformista del resto de su carrera. Sus películas como director y productor (en puridad no era animador) y su labor como traductor de la poesía francesa al japonés le brindó reconocimientos como el premio honorífico del Festival de Annecy, el más importante del mundo en el género de animación, y la Orden de las Artes y las Letras de Francia.

Junto a Hayao Miyazaki y Yoichi Kotabe, abandonaron Toei en 1971 para unirse al estudio Shin-Ei Animation. Destacó por sus trabajos televisivos, como «Heidi» o «Marco», que dirigió para Nippon Animation.

Fue en 1985 cuando, acompañado por Miyazaki y el productor Toshio Suzuki, Takahata fundó Studio Ghibli. Tres años más tarde se estrenarían «La Tumba de las Luciérnagas» y «Mi vecino Totoro».

«El cuento de la Princesa Kaguya» (2013), «Recuerdos del ayer» (1991) o «Pompoko» (1994) son algunos de sus trabajos al frente de Studio Ghibli. El estudio también colaboró en el videojuego «Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca», que se publicó en 2013 en PlayStation 3.

Aunque el Estudio Ghibli no se caracteriza por explotar hasta el agotamiento sus licencias, como Disney y Pixar, cualquier japonés reconoce a Totoro (personaje de «Mi vecino Totoro») o Jiji (el gato protagonista de «Nicky, la aprendiz de bruja»). Un museo inaugurado en 2001 en el parque Inokashira de Mitaka, al oeste de Tokio, es la particular Disneylandia para los devotos de la imaginería Ghibli.