«Roma», rodada en blanco y negro y producida por Netflix, la película se inspira en la familia del cineasta mexicano

El cineasta mexicano Alfonso Cuarón ha seducido al Festival Internacional de Cine de Venecia con «Roma», un filme muy personal, ambientado en el México de los años 70 e inspirado en la propia familia, en los amores y desamores de criados y patrones, que resulta un homenaje a la fortaleza de las mujeres.

«Es un filme sobre mi propia memoria», advirtió el realizador tras recibir aplausos por su nuevo filme en concurso en Venecia. Rodado en blanco y negro y producido por Netflix, el cineasta mexicano vuelve a filmar en español después de muchos años para contar la América Latina que conoce, en la que se convive con los contrastes sociales, pero también con un universo lleno de sentimientos, de reflexiones, de diferencias culturales que se cruzan y se alimentan.

Después de la hollywoodiana «Gravity», ganadora de siete oscars, el cineasta logra capturar al espectador con la historia de su infancia y de las dos mujeres que la marcaron: Cleo, la criada doméstica de origen indígena que queda embarazada tras sus primeras experiencias sexuales, interpretada por la magnifica Yalitza Aparicio, y la de la señora de la casa, la madre, interpretada por la actriz Marina de Tavira, a la que el marido está por dejar por otro amor.

Ambientado en el barrio de clase medio-alta Roma de Ciudad de México, que inspira el título del filme «Roma», las imágenes de la vida diaria, de la preparación de los desayunos, de las conversaciones, juegos, ruidos, animales, pasadas por el patio, lavado de ropa, momentos frentes a la televisión, desfilan lentamente casi como en la vida real. Para contar un mundo íntimo y cómodo que está por transformarse, Cuarón reconstruyó fielmente la casa donde vivió su infancia. «Recuperé muebles, cuadros (…) recreé la vida real, momentos vividos hace 50 años. Formaba parte del proceso», confiesa.

El cineasta llegó a recrear inclusive la masacre del jueves de Corpus, una matanza de estudiantes en junio de 1971, un drama que toca a Cleo, la cual asiste horrorizada desde la vitrina de una tienda de muebles. «Uso el blanco y negro digital, contemporáneo», explicó. Un formato que permite a Cuarón «hablar del pasado», sostiene.

«Es que es un filme sobre la memoria», insistió Cuarón en el encuentro con la prensa durante el cual habló siempre en español y agradeció a Netflix por el apoyo dado. «Así no se va a perder el filme en el tiempo», dijo al considerar que permanecer en la plataforma evita que termine como otras obras de importantes autores que han trabajo en blanco en negro y que no llegaron a ser distribuidas en las salas de cine.

Después de debutar en 2001 con el filme «Y tu mamá también», protagonizada por Maribel Verdú, y tras haber dirigido la taquillera «Harry Potter y el Prisionero de Azkabán» (2004), Cuarón entró a formar parte de la limitada lista de grandes autores latinoamericanos dúctiles que han sido capaces de dirigir tanto grandes producciones estadounidenses como la historia muy latinoamericana que compite en Venecia.

«No es una película nostálgica», advirtió el realizador, quien no reveló jamás a los actores el guión, los cuales se basaron sólo en las indicaciones del director, fruto de largas conversaciones con el equipo técnico. «Cuando el proceso de la memoria se empezó a desarrollar (…) descubrí a Cleo, a la mujer que pertenece a la clase baja, indígena, su complejidad, un punto de vista que no tenía», asegura.

México este año resulta uno de los grandes protagonistas del festival veneciano, con otra película en competición el 4 de septiembre, «Nuestro tiempo» del director Carlos Reygadas, autor de «Post Tenbras Lux», la película que le valió el premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes de 2012.