Ana Otero, Nieve de Medina, Arantxa Aranguren y Rosa Savoini dan vida a las soledades, inhibiciones, sueños truncados, derrotas o amores inconfesados de cuatro mujeres

La escritora madrileña Almudena Grandes debuta en los escenarios con la adaptación de su novela «Atlas de geografía humana», un montaje que llega a la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero de Madrid del Centro Dramático Nacional este viernes 23 de noviembre en el marco del Ciclo de la Novela al Teatro.

Luis García-Araus ha sido el encargado de realizar esta versión teatral que, según la autora, fue «inesperada» para ella y que ha acabado siendo «milagrosa». Grandes reconoce que el teatro ha sido «el gran fracaso» de su vida y dice mirar «con envidia» a García-Araus. «Esta obra es un regalo y el montaje espléndido», afirma.
«Atlas de geografía humana» se adentra en la historia de cuatro mujeres (Ana, Rosa, Marisa y Fran) que trabajan en la confección de un atlas por fascículos. Todas se encuentran en un momento de sus vidas en el que sienten la necesidad de encararse de una vez consigo mismas. Soledades, inhibiciones, sueños truncados, derrotas o amores inconfesados salen a la luz.
Esta novela, que ya se había llevado al cine y a la televisión, recala ahora en el escenario de cámara de la Sala de la Princesa en un montaje dirigido por Juanfra Rodríguez y protagonizado por Ana Otero, Nieve de Medina, Arantxa Aranguren y Rosa Savoini. «Para mi es muy gratificante que estas cuatro actrices digan lo que yo he escrito», dice la autora.
Almudena Grandes publicó esta novela hace 15 años. «La escribí para hablar sobre mi generación, la gente que llegaba a los cuarenta años y que nos habíamos convertido en los elegidos, los primeros españoles sin complejos. Sin embargo, resultó que no nos habíamos comido el mundo y que lo que habíamos aprendido las chicas de la Movida no nos servía para nada. De ese estupor y de ese desencanto surgió este libro», ha explicado apostillando que las actuales mujeres de 40 años «lo tienen un poco mejor porque no están sumidas en esa confusión». En esta función, los personajes de la novela parten de todo esto «pero evolucionan hacia lo que serían ahora, hay una actualización de esos conflictos», agrega Almudena Grandes.
Cuando escribió este libro, la autora señala que todos vivíamos «en la resaca de la Transición». «Los personajes perciben que lo que iba a ser no ha sido y ahora vivimos en el reverso de los 80, con la política y las instituciones desprestigiadas y sin saber a dónde vamos. Esta historia ha revelado una carga política que entonces no tenía», afirma segura de que sus lectores verán en este montaje «el espíritu» de la novela.