NACIDA EN ARGENTINA, SE AFINCÓ EN ESPAÑA MEDIADOS DE LOS 50, SIENDO UNA DE LAS ACTRICES MÁS REPRESENTATIVAS DEL CINE Y EL TEATRO DURANTE MÁS DE CUATRO DÉCADAS

La Junta Directiva del CEC ha decidido otorgar la Medalla de Honor del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) a la prestigiosa actriz hispano-argentina Analía Gadé por el conjunto de su carrera. La ceremonia de entrega tendrá lugar el próximo martes, 9 de junio, a las 19.30 h. en la Sala 1 del Cine Doré (C/ Santa Isabel 3 de Madrid). Realizado en colaboración con la Filmoteca Española, el acto constará de dos partes:

— 19.30 h. Entrega de la Medalla CEC de Honor a Analía Gadé. Intervendrán: Jerónimo José Martín, presidente del CEC; Miguel Losada, vocal de la Junta Directiva del CEC; el escritor José Aguilar, los actores Arturo Fernández y Simón Andreu, y la propia Analía Gadé.

— 20.00 h. Proyección de la película «La mentira tiene cabellos rojos» (Antonio Isasi Isasmendi, 1960). Intérpretes: Analía Gadé, Arturo Fernández, Marta Flores, Eulalia del Pino, Laura Granados. España. 95 min.

Nacida el 28 de octubre de 1931 en Córdoba (Argentina), María Esther Gorostiza Rodríguez —su nombre real— es hija de Fermín Gorostiza, autor teatral y peletero español. Se educó en un internado religioso, que dejó a los 15 años para dedicarse a la interpretación. A continuación, ganó un concurso radiofónico que buscaba nuevos talentos para el cine. El premio consistía en aparecer en el film «La serpiente de cascabel». Por aquel entonces decidió usar como nombre artístico Analía Gadé, pseudónimo que se había inventado en un principio para firmar sus cartas de amor. A finales de los años 40 rodó en Argentina una veintena de títulos, como «Cita en las estrellas», donde compartía la pantalla con Juan Carlos Thorry, con quien formó su propia compañía teatral. Ambos contrajeron matrimonio, aunque diez años después se divorciaron.

Tras «Los tallos amargos» (1956), de Fernando Ayala —uno de sus mejores films argentinos—, se traslada a España, donde rueda «Viaje de novios», junto a Fernando Fernán Gómez, al que se vinculó sentimentalmente. Con el inolvidable actor apareció en numerosos títulos, como «Muchachas de azul» (1957), «La vida por delante» (1958), y su secuela, «La vida alrededor» (1959), «Ana dice sí» (1958), «Luna de verano» (1959), «Sólo para hombres» (1960) —adaptación de una obra de Miguel Mihura— y la recordada «Mayores con repartos» (1966), donde tanto Analía como Fernán Gómez interpretaban tres personajes diferentes, al igual que hicieron en la versión teatral.

Popular en los 50 y 60 —sobre todo por sus ojos cautivadores—, Analía Gadé le sacó mucho jugo a su particular físico en títulos como «El monumento». Pero ha demostrado también un enorme talento y versatilidad, por ejemplo en sus colaboraciones teatrales con Juan José Alonso Millán. Además de sus trabajos con Fernando Fernán Gómez, se prodigó junto a otros conocidos actores españoles, como José Luis López Vázquez, en «Operación Embajada» (1963) o «Black Story» (1971); Alberto Closas, en «Una muchachita de Valladolid» (1958); Alfredo Landa, en «No disponible» (1968); Juan Luis Galiardo, en «Coqueluche» (1970); Fernando Rey, en «La duda» (1972); el cantante Joan Manuel Serrat, en «Mi profesora particular» (1973); Arturo Fernández, en «La mentira tiene cabellos rojos» (1960) y «El adúltero» (1975); y Paco Rabal, en «Las melancólicas» (1971), con la que obtuvo el Fotogramas de Plata a la mejor actriz. También compartió la pantalla con la mismísima Sophia Loren, en «Madame Sans-Gene» (1961), donde interpretaba a Carolina Bonaparte, o Gene Tierney, en «Las cuatro noches de luna llena» (1963).

Entre sus mejores trabajos para la gran pantalla destacan también el thriller «El ojo del huracán» (1971), dirigida por José María Forqué, con guión de Rafael Azcona y con Jean Sorel de coprotagonista, así como «Las largas vacaciones del 36» (1976), dirigida por Jaime Camino. En televisión triunfó a principios de los 60 con el programa Analía Gadé nos cuenta, y posteriormente en las series «La señora García se confiesa», «Fragmentos de interior», «Compuesta y sin novio», «Carmen y familia» o «Vida privada». A partir de los años 80 se concentra sobre todo en su actividad teatral, donde a lo largo de las décadas ha aparecido en numerosos títulos como «Dulce pájaro de juventud», de Tennessee Williams.

En 1959 obtuvo el Premio Nacional del Sindicato del Espectáculo, y en 1973 el CEC le otorgó un premio por el conjunto de su carrera. La Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina le entregó el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria en 2004.