Brad Pitt no ha suspendido el rodaje de «World War Z» en la capital británica

Brad Pitt y Angelina Jolie mantienen el pacto de que cada vez que rueda uno/a, el otro/a se queda a cargo de los seis churumbeles que poseen, eso sí, acompañados de un ejércitos de nannies, guardaespaldas y tutores. Ocurrió cuando «El turista» en que un Pitt con barba de chivo iba y venía con los niños por jugueterías, góndolas y heladerías. Ahora le toca a mamá Angelina (la que comenzó la prole con la adopción del camboyano Maddox, que dió al traste con su apasionado matrimonio con el tremebundo Billy Bob Thornton).

En estos días, Pitt produce desde Plan B (que fundó con su entonces mujer Jennifer Aniston) y protagoniza «World War Z», acerca de una invasión alienígena de la Tierra. Se rueda en Londres, en llamas, vandalismo y casi guerra de razas.

Kristen Stewart, la bella pálida de «Twilight», ha huído de la capital del Támesis donde se encontraba rodando. El entrevistador de moda, el británico blandito Piers Morgan (heredero del trono y cetro de Larry King) y Joel Madden han puesto pies en polvorosa hacia la seguridad norteamericana. Sin embargo y para dar ejemplo, Brangelina y sus tres hijos adoptados y otros tantos biológicos han querido dejar claro que no se rendirán a los «bullies» y dejar el país. Un amigo de la pareja no identificado a declarado: «Angelina ha estado en las zonas más peligrosas del mundo y no va a hacer precipitadamente la maleta y coger a los niños porque una juventud violenta tome y asalte las calles».

Tras la muerte de un joven de 29 años ocasionada pore la policía, una pacífica protesta se convirtió en una guerra vioneta llena de incendios, saqueos y abusos. Un policía implicado en las tareas de pacificación de las zonas en llamas, ha dicho: «Angelina y su familia no podrían estar más a salvo. Ella tiene su propia seguridad privada y la violencia sucede en barrios muy diferentes y lejanos a los que ella reside. Lo que se ve en televisión es asombrosamnete horrible, pero está todo limitado en pequeñas áreas». Y tanto. Ahora mismo, la panda reside en el muy pijo barrio de Richmond, con servicio de seguridad de 24 horas al día.

Sale y entra siempre con los seis niños (que son ya fashion victims), de jugueterías y talleres de arte infantiles. El 6 de agosto acudieron a la representación teatral del musical «Wicked», en el civilizado Wets End. Incluso ya han acordado viajar al condado de Cornwall donde disfrutar del mar cerca de donde el asmobrado papá rueda «World War Tour», uno de los grandes títulos de la temporada que viene. Mientras, Angelina sigue con sus atuendos de colores pastel oscuro y negro, enorme bolso que ha diseñado para Cavalli y habiendo tomado una plaza entera del hotel para que los niños se desfoquen. Lo mismo ocurrió cuando nacieron los mellizos Knox y Vivienne. La pareja tomó la planta entera de un hotel de lujo. Así, se queda cualquiera en Londres y campiña de alrededores.