El actor de «Noche de fin de año» o «Sin compromiso» reconoce que sus películas son «un fracaso total»

Ashton Kutcher es poco dado a hablar, pero sí a posar, muchas veces como un robot. Pero siendo la portada del próximo número de Esquire, se ha desatado. Por un lado, siempre interpreta a torpes o bobos de buen corazón y mejor aspecto (Michael Kelso en «That 70’s show», una serie de culto), pero por otro lado es un loco por la última tecnología y un capitalista que trata de cambiar el mundo con su fortuna.

Desde la serie que le catapultó hasta ahora «Dos hombres y medio» (sustituyendo al caidísimo Charlie Sheen), es el protagonista del film «jOBS» (una biopic acerca de Steve Jobs) y novio de la bella de Kiev Mila Kunis (su novia de pega en la mítica serie). ¡Y se ha divorciado de la inaguantable Demi Moore, una viejuna no para él).

Reconoce en la entrevista que sus películas son un fracaso total («Historias de San Valentín», «Algo pasa en Las Vegas», «Noche de fin de año») y que «Colega, ¿donde está mi coche?» ¡es su gran éxito! «Mis películas apestan, pero la taquilla nunca dice la verdad. Y mis mejores amigos de toda la vida me dicen la verdad y eso me mantiene en la tierra», confiesa. Tiene solo 35 años pero es famoso desde la adolescencia, «tras cada fracaso, trato de superarlo y moverme rápido y me apoyo en mis amigos, colegas, trabajadores o conocidos de toda la vida». Esto lo dice el actor mejor pagado de la televisión (24 millones de dólares el pasado año), que tiene un hermano gemelo llamado Michael y que es conocido por guapo y encantador.

Su última arma de seducción en twitter, a la que dedica todo su tiempo. Para ONG’s: por ejemplo, recaudar fondos para comprar redes contra mosquitos y evitar la malaria infantil en África. Cosas peores se han visto (la defensa del elefante hindú de Goldie Hawn, los orangutanes de Carice van Houten). «Busco en Internet asuntos sucios sobre empresas capitalistas, para airearlas, un chaval trabaja en esto para mí. Esto me llevó a la película «jOBS», que es un cambio en mi carrera. La estrenamos en Sundance y la acogida fue formidable. Para mí es una película necesaria para que nuestra sociedad se expanda a otros límites de comprensión».

Sobre su futuro: «No creo vivir mucho como un ser humana. Envejeceré y morié, como todos. Hay generaciones por nacer y serán mucho más inteligentes que yo. Ellos harán de este planeta un lugar mejor. Yo sólo quiero dejar un legado decente».