LA ACTRIZ ACLARA QUE SE VA POR MOTIVOS ECONÓMICOS Y DE GESTIÓN Y QUE LOS PROBLEMAS CON EL NUEVO GOBIERNO EXTREMEÑO VIENEN DE LEJOS

Blanca Portillo y Chusa Martín, directoras del Festival de teatro de Mérida, anunciaron el viernes que no continuarían en el cargo, justo el día en que se procedió a la retirada de la polémica fotografía de la exposición «Camerinos». Un día después, las directoras del Festival han aclarado que la retirada de la instantánea es sólo «uno de los motivos que ha motivado al equipo a no continuar al frente».

Portillo y Marín aclaran en la nota que las razones principales se deben a asuntos de «índole económico y de gestión y transparencia de la organización administrativa del propio Festival». La actriz asegura que fue la propia consejera de Cultura de la Junta de Extremadura, Trinidad Nogales, quien le conminó a retirar la polémica fotografía donde el actor Axier Exteandia, caracterizado de Jesucristo, se tapaba sus genitales con una estampa de Cristo crucificado.
Esta censura ha provocado la ruptura definitiva entre la actriz y el gobierno de José Antonio Monago tras semanas de desencuentro desde el cambio de gobierno en Extremadura y el primer conflicto político entre IU, que permitió con su abstención el gobierno del PP en esta región, y el nuevo ejecutivo autonómico.
El comunicado deja claro que los problemas con el nuevo Gobierno de la Junta de Extremadura, bajo el mandato del conservador José Antonio Monago, vienen de lejos. Las directoras al frente del certamen explican que las peticiones recibidas desde el Ayuntamiento y desde la Consejería de Cultura y Educación de la Junta extremeña han sido el motivo fundamental para la retirada de la imagen que muestra al actor Sergio Parra con un crucifijo en la entrepierna.
La foto recogía una sesión de maquillaje de un actor desnudo y sobre cuyo pubis aparecía una estampa religiosa Indican además que, desde el cambio de Gobierno, tanto desde el ayuntamiento como desde la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura, ambas instituciones ahora en manos del PP, se realizaron «numerosas peticiones» para que la fotografía fuera retirada de la exposición, si bien estas peticiones «siempre se hicieron a través de terceros», excepto la realizada por la propia consejera de Cultura, Trinidad Nogales, a través de llamada telefónica a Blanca Portillo. La fotografía, no obstante, no fue retirada hasta el día siguiente, añade el comunicado, cuando el correo electrónico del festival recibió «cientos de mensajes de queja»