El director de 76 años lleva detenido desde el pasado 26 de septiembre

A sus 76 años, el director franco-polaco Roman Polanski lleva «preso», en dos modalidades, diez meses y medio. Primero, fue detenido en Suiza al llegar para recibir un premio en reconocimiento a su vida y carrera en un Festival de Zurich del que nadie había oído hablar.

Ocurrió el 26 de septiembre de 2009. Estuvo preso en una durísima prisión helvética, dándose la circunstancia de que Polanski y su familia -la actriz Emanuelle Seigner y sus dos hijos, Morgana y Elvis- eran habituales de la Confederación Helvética manteniendo una casa de corte alpino en la villa deportiva para uso de millonarios de Gstaad.

En esta localidad, Elizabeth Taylor, acompañada de su entonces marido Richard Burton, hace décadas demostró que la ropa interior no era cosa suya. Míticas son también las broncas públicas entre el icono del cine galo Brigitte Bardot y su marido alemán, feo y muy millonario Günther Sachs. Desde diciembre, la mansión rural de los Polanski-Seigner ha constituído la prisión domiciliaria del autor de «La semilla del diablo», obligado a portar un brazalete, como el que llevó la corrupta Maruja Callaved norteamericana Martha Stewart o la caída en desgracia Lindsay Lohan.

El hombre que pudo librarse de Auschwitz -no así su familia-, y sobrevivió al asesinato de su mujer Sharon Tate y su hijo no nacido a manos del clan Manson, es un hombre que ha conocido varios infiernos. La privación de libertad no ha impedido el estreno de la que puede ser su última película, «El escritor» («The Ghost Writer»), con Pierce Brosnan, Ewan McGregor y Olivia Williams, aclamada críticamente y con un gran éxito en las taquillas de todo el mundo.

En este tiempo, numerosos cineastas han demandado su libertad en base a la precripción del delito, el perdón de la víctima y su edad. Su mayor defensor es el filósofo frances Bernard-Henry Levy. Hasta Nicolas Sarkozy medió para un ciudadano con pasaporte francés. Todo en vano. Las autoridades suizas han manifestado hace 48 horas que están a punto de de decidir si autorizan o no la extradición del director de «El pianista» a Estados Unidos, donde deberá afrontar un nuevo juicio por el caso ocurrido en 1977.

El Ministro de Justicia Folco Galli ha dicho:»no queda mucho», declinando -con la típica neutralidad helvética que les permitió no participar en guerras europeas pero sí aceptar dinero y oro nazi- emitir detalles más específicos. El reo huyó de Estados Unidos el 1 de febrero de 1978, el día en que se iba a emitir la sentencia del caso contra él por haber drogado, violado y sodomizado a un adolescente, a quien su madre, llevó hasta la mansión en Rodeo Drive de Jack Nicholson, donde se consumaron los hechos.