las desventuras de un padre y su hijo en busca de una desvencijada camioneta, su medio de trabajo, que les han robado

Tras haber dirigido la segunda entrega de «Crepúsculo» (710 millones de dólares en todo el mundo sólo en taquilla), Weitz podría haber escogido cualquier proyecto (pese al sonoro fracaso de la anterior «El compás de oro»), pero sintió que «The Gardener» le permitiría «reconectar con mi herencia familiar y cultura. Y rodar en la lengua familiar. Bueno, soy uno de los escasos miembros de mi familia que no habla español». De hecho y para su estreno en Estados Unidos «The Gardener» llevará subtítulos en inglés en un 30 %.

Tras el espectacular tortazo del «compás», Weitz anunció su retirada. Pero este pequeño film rodado alrededor de Ramona Gardens (en la zona pobre latina del este de Los Angeles, la que no figura en las rutas turísticas) y en español, le ha devuelto la fe en el cine. Y eso que la recesión ha obligado a recortar el 68 % del magro presupuesto y días de rodaje. Nada de eso parece importarle.

«The Gardener» («El jardinero») narra las desventuras de un padre e hijo (José Julián) a la caza y captura de la camioneta desvencijada que les han robado y que les proporciona medio de trabajo y subsistencia. Carlos Riquelme, el padre, es un jardinero que trabaja para los ricos de la ciudad cuidando sus arquitecturizados e impresonales jardines. Su lucha es doble dado que debe de preservar a su hijo de la tentación de la vida en las peligrosas bandas del barrio y de caer en manos de los agentes federales a la búsqueda de inmigrantes ilegales.

La búsqueda del camión permite un viaje geográfico y cultural de un Los Angeles deprimido y desconocido, ignorado por el cine. Tan sólo Edward James Olmos rodó allí «American Me» (1992), sobre un mafioso mexicano-estadounidense. Y Sean Penn y Robert Duvall eran policías angelinos a la captura de bandas en el barrio en «Colors» (1988).

Bichir es el más conocido del reparto, integrado también por Tim Griffin, Rolando Molina, Valorie Hubbard, Eddie Martinez, Isabella Rae Thomas, Giselle Nieto, Trampas Thompson, Bobby Soto, Rico Devereaux, George Paez, Chelsea Rendon, Todd Felix, Carlos Linares, Abraham Chaidez, Taide Acosta, Abraham Rubio, Marlon Correa y vecinos de la zona.

Y ya en plan mafioso, Weitz cuenta con la custodia de las huestes del reverendo Gregory Boyle, fundador de Homeboy Industries, una «empresa» conformada por ex miembros de bandas, que se encargan de la seguridad del equipo y de penetrar en rincones peligrosos. La película cuesta el 10% de lo de «American Pie» (1998), que dirigió con su hermano Paul y fue uno de los taquillazos del año. El guión ha corrido a cargo de Roger L. Simon y ha sido revisado por Eric Eason, de modo que el «spanglish» no pertenece sólo al barrio sino a la idiosincrasia de cada calle.

Para Bichir, es su gran oportunidad en el cine norteamericano desde que fuera el joven Fidel Castro del «Che», de Steve Soderbergh. Uno de los productores, Stacey Lubliner, sueña con un estreno este año para entrar en la contienda de los Oscar 2011. «Nos gustaría ser un nuevo «Slumdog Millionaire» en versión latina», ha dicho a The New York Times. Otra coproductora, la actriz Jamie Gertz, ha logrado la distribución a cargo de Summit Entertainment, que se encargó de «Crepúsculo». No se ha dejado nada al azar y si todo va bien, Weitz no sólo no se retiraría sino que podría llevar a cabo la cuarta entrega de «American Pie». De eso, de momento, podemos prescindir.