«The Artist», una película muda y en blanco y negro se perfila como la favorita del año

No he dejado de escuchar a mi alrededor que una película muda iba a ser la protagonista de los Oscars, que el nuevo cine español tiene calidad, o que los estudios de Hollywood últimamente solo aportan tecnología. Pues sí señores, en tiempo difíciles, todo el cine se pone elegante a lo Frank Capra, para comenzar la temporada de festivales. Es tiempo de nominaciones, ¿quien será el ganador?

Desde hace más de dos meses, a mi alrededor quedaba bien claro quién iba a ser la protagonista de los Globos de oro o de los Oscars. Nada de sorpresas señores, o ¿sí? ¿Han ido a ver «The Artist»? Pensándolo bien, probablemente, aún no hayan podido, ya que en la provincia de Almería no se ha proyectado en ninguna sala de exhibición. Entre Jaén, Granada y nuestra ciudad, solo un cine en Granada la ha proyectado. Lo sorprendente es que lleva más de un mes en cartelera, eso para que se vayan escarmentado los exhibidores. Un film mudo y súper clásico esta rompiendo moldes en pleno siglo XXI desbancando la atención del público y compitiendo con grandes como George Clooney en «Los descendientes», o Woody Allen en «Midnight en Paris».
Debemos hacernos eco de el significado de este retorno al pasado en plena era 3D, la moda lo hace continuamente, ¿por qué no el cine? El problema de base es la poca espectacularidad de un film de estas características, en blanco y negro, sin diálogo, y algo que me sorprendió bastante, la carencia de una banda sonora musical envolvente. Pero omitiendo estas particularidades a las que la propia industria nos ha desacostumbrado durante años, «The Artist» tiene mucha clase, estilo, gusto por el cine y atrevimiento. Pero, ¿creen ustedes que si esta película no hubiera tratado sobre cine hubiera tenido éxito? Efectivamente, la película trata la transición del cine mudo al cine sonoro, algo que desde el principio llamó la atención de toda la industria, hasta convertirse en lo es hoy en día. Una buena película muda dirigida por un director hasta ahora algo desconocido, Michel Hazanavicius.
Festivales norteamericanos como los Globos de Oro, los Oscars o Sundance, entre otros muchos, nos ayudan a decidir que ver en el cine, aunque en muchas ocasiones no acierten con sus comerciales perspectivas. Este año están apostando más que nunca por un cine de autor, démosle la oportunidad de modificar sus fórmulas de éxito.