SU PELÍCULA «EL CAPITAL», UNA EXPLICACIÓN DE LA CRISIS FINANCIERA, FIRME CANDIDATA AL PALMARÉS

El cineasta franco griego Costantin Costa Gavras ha obtenido este jueves 27 una de las mayores ovaciones del presente Festival de san Sebastián con «El capital», la película en competición de este día y ya firme candidata a la Concha de Oro. El cineasta, ovacionado al iniciar la proyección, ha sido aclamado a la salida. Y es que la película es una lúcida y certera visión de la crisis económica y como el catital no se detiene ante nada con tal de obtener los máximos beneficios.

Protagonizada por Gad Elmaleh, Gabriel Byrne, Natacha Regnier, Céline Sallette, Liya Kebede, Hyppolite Girardot, Daniel Mesguich y Bernard Le Coq, y con la acción saltando de París a Londres, Tokio o Nueva York, cuenta la historia del imparable ascenso de Marc Tourneuil, un banquero, prescindible sicario del Capital que se convierte en su indiscutible amo y señor. El protagonista se convierte en el presidente del mayor banco francés por casualidads, como fórmula de comprosimo entre los principales accionistas, dispuestos a quitárselo de encima en pocos meses. Pero este hombre no obedece las sugerencias de sus patronos y empieza a actuar por su cuenta, en su propio beneficio. La posibilidad de adquirir un banco japonés, lleno de activos tóxicos, desencadenará que todos se quiten las caretas.
En palabras del director: «Somos esclavos del Capital. Nos tambaleamos cuando se tambalea. Nos regocijamos cuando crece y triunfa. ¿Quién nos liberará? ¿Deberíamos liberarnos nosotros? Deberíamos conocer al menos a los que lo sirven y cómo lo hacen». Costa Gavras ha estado acompañado del protagonista del filme, Gad Elmaleh. Para el cineasta, «esta es una película en la que todos estamos implicados. Todos vivimos esta situación cotidianamente. Nos levantamos y pensamos: ‘¿qué podemos hacer para que los mercados estén contentos, para que sean positivos y estables?’”. El mercado, esa realidad sin entidad material, es como un enfermo al que hay que consolar, cuidar y animar para que mejore».
La gran virtud de Gavras y sus guionistas es arrojar luz sobre las especulaciones financieras y la avidez de los mercados, con un lenguaje muy comprensible, en donde no importa el número de despidos que produzca cada operación financiera, sino que lo realmente importante es el capital.