La delicada actriz presenta dos películas en Cannes: «You Will Meet a Tall Dark Stranger», de Woody Allen, y «Fair Game», de Doug Liman

Sally, una casada al borde de un ataque de cuernos, y Valerie Plame, agente real de la CIA saboteada desde el Gobierno Bush. Una heroína de ficción para Woody Allen y una espía real para el emergente Doug Liman. En Cannes, con los dos títulos y mientras su marido Liev Schreiber es nominado al Tony de teatro en Nueva York por «Panorama desde el puente», Naomi Watts brilla con una luz especial en la Costa Azul.

Su nacarada piel de rosa inglesa, su escuálida percha, sus ojos azulísimos, melena rubia natural y deasarmante honestidad, hacen de la estrella de «King Kong» una entrevistada de pelicula.

Cannes es un lugar esencial para esta actriz nacida en Shoreham, Inglaterra, en 1968 y criada en Australia. Tras muchos años de lucha, hace casi una década, David Lynch la revelo al mundo con «Mulholland Drive» (2001). Ahora en Cannes, están sus amigos Alejandro González Iñárritu (a competición con «Biutiful»), que la dirigió en «21 gramos», con Sean Penn. Con Penn repite en el certamen con «Fair Game» y Benicio del Toro está en el jurado y con ella, también en «21 gramos». «Salvo que no puedo ver a mi familia… se podria decir que estar en Cannes es un asunto familiar». Watts no ha parado desde su descubrimiento -«he hecho cosas inanes pero tras tantos años de audiciones, no podía decir que no a nada»-, aunque le ha dado tiempo a formar una familia con Liev Schreiber, con quién protagonizó «El velo pintado». Padres de Alexander Pete y Samuel Kai, son sus bebes los que rigen su vida.

«En el pasado, me pasaba las noches en vela si mi personaje exigía un aspecto emaciado o letárgico. Ahora y por los niños, si no tengo mis horas de sueño no puedo llevar las riendas de sus vidas. Todo mi mundo ha cambiado drásticamente y a mejor». Watts gozó enormemente del rodaje londinense de «You Will Meet a Tall Dark Stranger», en la que es la desafortunada esposa de un Josh Brolin sembrado, como autor con la creatividad anulada y adúltero. Experta en arte, logra un empleo en la galeria del atractivo Greg (Antonio Banderas, a tope). Resulta dolorosa de observar la escena en que ella le declara sus sentimientos para ser rechazada elegante y cobardemente por el atractivo Banderas. «Fue muy divertida de rodar, porque mi personaje no es capaz de ver que la está dando una patada e insiste e insiste e insiste. Patética».

Watts, con una luminosidad personal casi cegadora, reconoce sentirse atraída por personajes complejos y dolientes. El rodaje de «Promesas del Este» (David Cronenberg, 2007) fue doloroso, no por los sufrimientos de su enfermera Anna, sino por las molestias de su primer embarazo. Pero reconoce, «desde niña he sido muy introvertida, muchas horas metida en la cama sin querer salir y con pensamientos muy oscuros». Y añade, «quiza por eso, me atraigan ese tipo de personajes. Es probablemente mi propia forma de terapia». A más a más, en Cannes se ha anunciado que Watts sera Marilyn Monroe para «Blonde» y rie: «hablando de mujeres trágicas»…

Watts es probablemente, una de las actrices mas bellas del momento. Asidua a galas de relumbrón vestida para las ocasiones, reconoce que se siente más a gusto en chandal llevando a los pequeños al parque. Rechaza la idea del Botox, el photoshop, las dietas crueles o la cirugia estética. «Hago una vida sana, levanto en brazos a mis hijos como si fueran pesas, bebo mucha agua y no perdono el tenis semanal». Voila.

Fuera de concurso, se presento este pasado fin de semana «You Will Meet a Tall Dark Stranger», de Woody Allen. «Fair Game», de Doug Liman, competira por la Palma de Oro el próximo 20 de mayo en Cannes.Y en las próximas semanas estrenará en España «Mother & Child», la película que presentó en el último Festival de San Sebastián