En rodaje «alfred hitchcock and the making of psycho», con Anthony Hopkins y Helen Mirren como el mago del suspense y su esposa alma reville

El pasado día 1 sonó por primera vez la claqueta del rodaje de la película que tratará de narrar la muy singular historia de amor entre el orondo director británico Alfred Hitchcock y su abnegada mujer, Alma Reville, musa y editora, con permiso de Tippi Hedren y Kim Novak. El galés sir Anthony Hopkins a sus 74 espléndidos años es el autor de «Vértigo», gracias a la ayuda de un maquillaje prostético: enorme barriga y voluminosa nariz, inconfundibles. Tras años alejado del alcohol, el muy delgado protagonista de «El silencio de los corderos» se ha convertido en la muy gorda y pesada leyenda, sin necesidad de dietas draconianamente peligrosas como la de Robert DeNiro para Jake LaMotta.

Un falso traje voluminoso y prótesis alrededor de su mandíbula hacen el resto. Y siempre surgirá la cuestión acerca de la extrema duificultad de interpretar de forma natural con semejantes adiposidades. Otra noble -de cuna y gracias a Isabel II- de la escena británica, dame Helen Mirren es más afortunada desde que alma Hitchcock fue una delgada natural. Su blanquísima cabellera ha requerido de tinte pelirrojo, porta joyas valiosísimas de la época y también, un visón con la moda de los 60 y a sus 66 esbeltos años es todo lo que necesita. Además de su formidable talento.

«Hitchcock» es una producción de Sacha Gervasi y ha requerido largo tiempo de localizaciones en zonas fuera de Hollywood. La historia se centra en las semanas en que Hitchcock se concentró en la producción de su obra maestra «Psicosis» a la mayor gloria de Anthony Perkins y Janet Leigh. «Psicosis» sigue siendo considerada una de las películas icónicas de todos los tiempos. Nunca Hopkins pudo repetir la gloria de su doble rol como el torturado Norman Bates y su propia madre armada de pelucón enmoñado a lo «la vieja de la ventana».

Es un hecho real, célebre y notorio, que cualquier ser humano que ha visto la cinta, teme el momento de tomar una ducha. «Psicosis» perdura como un clásico en blanco y negro, pero en su tiempo muchos productores se negaron a aportar financiación al director de «Extraños en un tren». Se consideraba arriesgado e incluso catastrófico que un director de éxito se embarcara en una película de terror y fue el propio Hitchcock el que tuvo que hacerse cargo de la mayor parte del presupuesto de su propio bolsillo.

Del personaje de la débil Janet Leigh y sus sujetadores en forma de cono antes de Gaultier y Madonna se encargará la mórbida Scarlett Johansson, la víctima de la ducha mortal. Pero éste es sólo el trasfondo del romance en la vida real entre el director y Alma Reville, su asistente. Ambos se habían casado en 1926 y se mantuvieron inseparables y unidos hasta la muerte de él en 1980 a los 80 años. Lady Hitchcock falleció tan sólo dos años más tarde, en 1982. Es seguro que dame Mirren le hincará un buen diente al personaje. De hecho, otro real, la esposa del escritor Leon Tolstoi (Christopher Plummer), le valió su última nominación al Oscar. La estatuilla fue a sus pálidas manos gracias a su retrato de Isabel II Windsor en «La reina». En plena celebración de su 60 aniversario de elevación al trono, Dios salve a las Reinas.