una procesión imaginada por un payaso, en la que el espectador es testigo de un encuentro con amigos, antiguos amores, hermanos o compañeros de viaje

El Circo del Sol estrena este sábado día 2 en Madrid su última producción, «Corteo», un espectáculo en el que la compañía reinventa de nuevo la carpa con un desfile alegre y festivo, donde el teatro y la poesía son los protagonistas. Corteo (que significa «cortejo» en italiano) es una procesión imaginada por un payaso, en la que el espectador es testigo de un encuentro con «amigos, antiguos amores, hermanos o compañeros de viaje». La obra se representará en Madrid hasta el hasta 15 de mayo, iniciando después una gira por Valencia, Alicante, Sevilla y Barcelona.

La historia argumental sigue a un payaso que representa su propio funeral a través de un ambiente carnavalesco lleno de contrastes (lo grande y lo pequeño, lo ridículo y lo trágico, la fuerza y la debilidad, la ilusión y la realidad…). Como no podía ser de otra manera, la magia de la compañía canadiense se deja notar en la escenografía, la iluminación, la música y, por su puesto, en sus imaginativos artistas (actores y acróbatas) de fama internacional. En este montaje el espectador asiste a un «funeral», donde «los recuerdos se suman al presente». Así, mientras los personajes recorren la pista, se observan los momentos en los que estas personas se cruzaron en la vida de un clown, protagonista de la historia.
A diferencia sus otros espectáculos, el Circo del Sol apuesta en esta ocasión por un montaje distinto a los anteriores, donde la acrobacia se junta de una forma más fuerte con el juego teatral y en el que participan 60 acróbatas que son también muy buenos actores. La zona de Puerta del Ángel albergará una carpa gigante con un escenario de más de 31 metros de largo, así como una pista de 12,5 metros y dos plataformas giratorias donde los integrantes del Circo del Sol harán las delicias de pequeños y mayores con su nueva producción.
Estrenado en 2005 en Montreal, «Corteo es el mayor espectáculo en carpa de los 22 que la compañía representa en la actualidad por todo el mundo. Para ilustrar sus enormes dimensiones, se han necesitado para su traslado 80 enormes camiones. A lo largo de casi una veintena de números los personajes que rodearon al payaso muerto (compañeros, amigos, enemigos, antiguas novias…) van desfilando por un espectacular escenario circular con varias plataformas giratorias mientras despliegan las más variadas artes circenses: contorsionismo, acrobacias, equilibrismo… y, cómo no, payasos. Eso sí, siempre con una interpretación innovadora y sorprendente.
El objetivo de este espectáculo es convertirse en una procesión alegre que tiene lugar en un momento «que no es el presente y es un pasado como de antiguas cartas postales pero en colores», según Finzi. «El resultado es un espectáculo muy pastel y nada brillante, con un sabor muy mediterráneo, como si se tratara de un álbum de fotos», añade. Para el director, la cuestión está en saber lo que es un acróbata, una figura que nació «mucho antes que el circo como lo conocemos hoy». Esta forma «metafísica» a la que hace alusión el director de Corteo, se ve en los niños en los primeros momentos de su vida. «Primero caminan a cuatro patas y después se enfrentan al riesgo de levantarse. Por ello, de alguna forma, la acrobacia nos remite a todos a algo muy profundo», afirma.
Finzi nació en una familia de artistas y siempre habla de esta influencia en sus creaciones. «El hecho de haber crecido en un entorno de fotógrafos hace que mi teatro esté hecho con una estética que parte de las imágenes. Son representaciones fijas que se ponen en movimiento», explica. El director de «Corteo», quien volverá en abril de 2012 al Teatro Compac de Madrid con su espectáculo «Donka», admite que el público español es «más cercano que el italiano» y posee una «hermandad muy profunda». «Es cálido pero, sin embargo, es también complicado, porque si algo no le gusta te lo hace saber. Hasta el momento fue siempre una fiesta llegar aquí», concluye.