El certamen que tendrá lugar del 9 al 16 de junio, premiará también a Icíar Bollaín

El director de cine británico Stephen Frears ha sido galardonado por la Fundación del Festival de Cine de Huesca con el premio Luis Buñuel de la cuadragésima edición del certamen, que tendrá lugar en Huesca entre el 9 y el 16 de junio próximos. Frears recibirá su homenaje en la gala de cierre del festival que se celebrará a partir de las 22.00 horas del sábado 16 de junio en el Teatro Olimpia de Huesca.

El director de «las amistades Peligrosas», «La camioneta» o «The Queen» sucederá en el galardón al director y productor español Elías Querejeta, que fue homenajeado en la 39ª edición. El Luis Buñuel es tradicionalmente el premio más internacional de los que ofrece el festival oscense, pues no en vano lo han recibido cineastas de la talla de Theo Angelopoulos, Jerzy Kawalerowicz, Patrice Leconte, Bertrand Tavernier, los hermanos Taviani o André Téchiné.
Frears ha sido nominado en dos ocasiones al Óscar al Mejor director por sus películas «The Grifters» (1990) y «The Queen» (2007). Director de series televisivas consideradas de culto, como «The Comic Strip Presents», debutó en Hollywood en 1988 con su película «Las amistades peligrosas», nominada en varios apartados a los óscar y galardonada con el César a la mejor película extranjera. En España, «Café irlandés» y «The Queen» ganaron el premio Goya a la mejor película europea en 1995 y 2007 respectivamente. Frears ocupa actualmente la cátedra David Lean de dirección de ficción en la National Film and Television School británica.
El otro galardón destacado de los que otorga el Festival de Cine, el premio Ciudad de Huesca, lo recibirá la directora española Icíar Bollaín.
Se puede afirmar que Stephen Frears (Leicester, 1941) es un director de una enorme eficiencia, sin estigmas autorales rígidos, ni obsesiones genéricas, un cineasta todoterreno y de gran versatilidad. Un genuino profesional. Pero, haciendo una lectura más atenta de su larga trayectoria en cine y televisión, se devela una obra determinada por una constante reflexión sobre las relaciones humanas, lo sensual, lo sexual, la identidad y la transgresión.
Su díptico compuesto por «Mi hermosa lavandería» (1985) y «Sammy y Rosie se lo montan» (1987) son dos de los retratos más lúcidos e incisivos de la Inglaterra multicultural de los años 80 y de la administración Tatcher. Sus filmes noir «Detective sin licencia» (1971), «La Venganza» (1984) y «Los timadores» (1990) son extraordinarias piezas de género que cumplen con creces con la premisa de desvelar la corrupción ética de la sociedad contemporánea, «Héroe por accidente» (1992), «Café irlandés» (1993) y «La camioneta» (1996) son relatos sobre la extraordinaria cotidianidad de la clase trabajadora, llena de alegrías efímeras, de frustraciones insuperables y de un impulso vital que hace posible soportar cualquier carga. «Las amistades peligrosas» (1988), «Mrs. Henderson presenta» (2005) y «The Queen» (2006) son radiografías de una aristocracia de moral totalmente degradada y antojadizamente flexible,

guiada por los instintos más básicos y enajenada por una mezcla de tedio y prepotencia. Además, Frears ha rodado dramas sociales como

«Chicos sangrientos» (1979) o «Liam» (2000), un western contemporáneo como «Hi Lo Country» (1998), películas de época como «Chéri» (2009), comedias inglesas llenas de encanto como «Tamara Drewe» (2010) y esa piedra angular de la cultura indie llamada «Alta Fidelidad» (2000). Registros múltiples, que jamás dejan de observar ym que sutilmente cuestionan, gestos transgresores. Sus personajes suelen estar al margen, lejos de la normalidad que creemos que rige al mundo cotidiano.
Las escenas finales de «Las amistades peligrosas» y «Chéri» son ejemplares. En ellas, las protagonistas, en emocionantes primeros planos, frente a un espejo, se desmaquillan el rostro. Se enfrenta a su imperfecta belleza, a la imposibilidad de ser felices, al destino sutilmente trágico, a la fragilidad y a la ambigüedad ética a la que está condenado el ser humano. El cine de Frears busca mostrar a una humanidad sin maquillaje.