Jávier Cámara y Ricardo Darín bordan sus interpretaciones en la película de Cesc Gay sobre la amistad

La competición del 63 Festival de San Sebastián ha despegado con fuerza con la primera película en concurso, la española «Truman”, dirigida por Cesc Gay y protagonizada por Javier Cámara y Ricardo Darín. Se trata de una historia sobre la amistad, que habla de la muerte pero que celebra la vida. Por primera vez Gay desarrolla toda su película en Madrid, con dos secuencias, una en Canadá y otra en Amsterdam.

La película sigue a Tomás, un español emigrado a Canadá, donde ha formado una familia, que regresa por pocos días a Madrid ante la llamada de Julián, su mejor amigo. Este, un actor de reconocido prestigio, está enfermo de cáncer y quiere dejar arreglada su vida ante una inminente muerte. Entre las cosas que quiere dejar cerradas está el despedirse de Julián y dejar a su perro Truman (que da título al filme) con una familia. Estos días que ambos amigos pasan en Madrid, les servirá para saldar antiguas desavenencias, celebrarla vida e incluso hacer una escapada de pocas horas a Amsterdam para felicitar al hijo de Julián, que está estudiando en Holanda, en el día de su cumpleaños.

«Truman” es un drama puntuado con algunas escenas de humor, sobre todo en los diálogos, que conmueve. Goza de un perfecto equilibrio entre el drama que se avecina y la felicidad del reencuentro, que ha sido muy aplaudido en el Festival. Junto a Darín y Cámara, aparece también la argentina Dolores Fonzi y Troilo, un enorme perro fallecido poco después del rodaje, que se dedicaba a ayudar a niños autistas, y que ha provocado que a Darín se le humedeciesen los ojos cuando lo ha recordado en la conferencia de prensa. El equipo ha acudo a San Sebastián con el hijo de Troilo.

Cesc Gay ha recordado que perdió a su padre por un cáncer hace tiempo y que empezó a escribir esta historia como terapia: «Recurrí a la amistad entre dos hombres para intentar equilibrar la parte dramática con humor, mientras escribía lo que veía. Pero el proyecto quedó en un cajóncuando comencé a trabajar en «Una pistola en cada mano”. Cuando acabé aquel rodaje lo recuperé como una forma de perder el miedo a la muerte y a la pérdida de un ser querido”.

También muy aplaudida «SunsetSong”, del británico Terence Davis, una película de una gran belleza visual, marca de fábrica del director de «Voces distantes”, que cuenta la historia de una mujer escocesa desde la adolescencia hasta la madurez, mostrando a un padre violento que maltrataba a su esposa e hijos, su lucha por sacar adelante la granja en la que vive, y su enamoramiento y boda con un joven del lugar. El reproche se le puede hacer al filme se su apresurado e inconcluso final, y a su favor tiene la fuerza interpretativa de la protagonista, Agyness, muy bien secundada por Peter Mullan y Kevin Guthrie.