EN EL DRAMA SHAKESPERANO INTERVIENEN TAMBIÉN JOSÉ CORONADO, MARTA ETURA, NIEVE DE MEDINA Y LUIS HOSTALOT

Juan Diego Botto ve así cumplido su sueño de protagonizar y dirigir el famoso drama de William Shakespeare, en una producción del Centro de Nuevos Creadores que este jueves, 4 de diciembre y hasta el 4 de enero, se presentará en el Teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional.
Juan Diego Botto ha recordado que lleva desde los 15 años, cuando leyó por primera vez esta obra, «obsesionado» con interpretarla. A ello se añade ahora la «responsabilidad» de la dirección. Aunar ambos compromisos constituye para él una experiencia «extenuante, un reto gigantesco del que, eso sí, he disfrutado cada paso», según reconoce. Para Juan Diego Botto «Hamlet» es «un texto infinito» que admite «numerosas e inabarcables lecturas de las que siempre se puede sacar algo nuevo».
El actor y director ha contado además con un equipo en el que figuran Borja Ortiz de Gondra, responsable de la dramaturgia; y los actores José Coronado (Claudio), Marta Etura (Ofelia), Nieve de Medina (Gertrudis) y Luis Hostalot (Polonio), entre otros.
TRES OBJETIVOS
En esta ocasión, Juan Diego Botto lo tenía claro. Había tres objetivos que debían centrar la función: «El poder, la familia y la justicia postergada», explica. Lo que este equipo artístico pretendió desde el principio era conseguir «un mayor dinamismo, resaltar el sentido del humor que hay en la obra y lograr que conmueva y entretenga al público», añade.
Por su parte, Ortiz de Gondra ha buscado en esta adaptación recuperar la primera traducción al castellano de esta obra, realizada por Leandro Fernández de Moratín, y tomar en cuenta el estudio de Salvador de Madariaga sobre Hamlet y Ofelia «en el que no se muestra a un príncipe romántico y melancólico y a una damisela lánguida sino a dos jóvenes consumidos por la pasión», en palabras del dramaturgo.
Las cuatro horas que dura esta función, que tiene en su puesta en escena una «resonancia decimonónica», han quedado reducidas aquí a una hora cincuenta minutos, con «una puesta en escena sencilla, un espacio despojado, con un juego de gasas que sitúa la acción en los lugares ideados por el autor». Los palcos y el patio de butacas se unen convirtiendo todo el teatro en un espacio escénico.
Para José Coronado, una de las virtudes de esta producción es haber hecho de esta famosa obra «un cuento entendible para todas las edades que el público vive de forma maravillosa». El actor resalta el «amor al teatro y el conocimiento profundo de la obra» que tiene Juan Diego Botto y que ha permitido al equipo confiar en él. Asimismo, Coronado hace hincapié en la «apuesta basada en el actor que ha realizado el director» y defiende el teatro, a diferencia del cine o la televisión, por ser el lugar «donde está la verdad absoluta, sin interrupciones».
Botto dice haber intentado no verse influido por las numerosas versiones teatrales y cinematográficas que ha visto de «Hamlet» y centrarse únicamente en el «excepcional elenco y en la magnífica versión» que tenía en sus manos, aclarando que desde su estreno en el Festival de Almagro y después de la gira realizada, «Hamlet» ha ido creciendo y modificándose «porque es un montaje que está vivo. Por eso, en Madrid, el final que verá el público será algo diferente, más poético», adelanta.
Después de esta experiencia «a lo grande» en la dirección teatral, el también actor confiesa que lo que necesita ahora «es «descansar. Un espectáculo de esta envergadura requiere tomar muchas decisiones y tener respuesta para todo el mundo», explica. Aunque no descarta volver a ello, Juan Diego Botto aseguró que con lo que más disfruta es con su trabajo como actor.