EL CERTAMEN SE HA INAUGURADO ESTE VIERNES CON EL ESTRENO DE LA PELÍCULA DE GARCÍA SÁNCHEZ Y LA ENTREGA DEL PREMIO CIUDAD DE SEVILLA A MARÍA GALIANA

«Los muertos no se tocan, nene», una adaptación de la novela de Rafael Azcona, ha inaugurado este viernes 11 Festival de Cine Europeo de Sevilla. Su director, José Luis García Sánchez, y todo el reparto han celebrado un rodaje que a muchos les ha permitido volver al cine de su infancia y juventud. La gala, celebrada en el Teatro Lope de Vega, ha dado la salida a una edición que llega con más de 150 películas de ficción y documentales. Desgraciadamente, la película, vista en el pase matinal, no se pudo proyectar en la gala nocturna por un problema con el proyector.

El director de «Los muertos no se tocan, nene», José Luis García Sánchez, ha destacado de la película con la que ha levantado el telón del Festival de Cine Europeo de Sevilla ha explicado que la pelócula «recrea el espíritu de una estética del pueblo español, que es el sainete, tan lamentable por un lado como maravillosa por otro”.
El cineasta ha comparecido esta tarde en el Casino de la Exposición, con todo el reparto, en una cita que él mismo ha definido «como una rueda de prensa escrita por Rafael Azcona”, ya que todos los invitados se han desenvuelto con espontaneidad, y sobre todo, gran sentido del humor. Entre ellos, el actor Pepe Quero, que no se ha cortado a la hora de hacer preguntas como un periodista más. Porque como ha reseñado el director de este largometraje que compite por el Giraldillo de Oro en la Sección Oficial, «toda la película, sobre todo por estar en blanco y negro, encierra una profunda violencia no manifiesta, donde todos los personajes están crispados, pero con risa, la contradicción que vivimos muchos en España durante una época”.
Una época que son los años 50, en los que está ambientada Los muertos no se tocan, nene, basada en un guión que no acabó Rafael Azcona y que sus «amigos” el productor Juan Gona, José Luis García Sánchez y David Trueba decidieron rescatar, en colaboración con el dramaturgo Bernardo Sánchez. Se trata de estreno internacional de la película.
Todos los intérpretes se han mostrado muy satisfechos por haber participado en este proyecto. Carlos Iglesias lo ha definido como «un regalo, porque todas esas películas del neorrealismo español son las que no me canso de ver, pero que por mi edad, no me había correspondido hacer”.
Por su parte, Silvia Marsó lo ha definido como una experiencia de cine distinta: «El director nos ha dejado hacer lo que habitualmente no hacemos en el cine, como salirnos de plano, salir de lo escrito…”. Incluso ha confesado que ha tenido que «practicar las collejas” que le daba a su hijo en la ficción.
En los mismos términos se ha expresado el veterano Carlos Álvarez-Novoa. «Normalmente el cine está muy compartimentado y cada uno tiene una función y un horario: los hay que madrugan mucho, otros menos y otros, nada; pero aquí todos cogíamos el autobús desde el hotel a las afueras de Oviedo a las 9.00 para ir a rodar a los estudios de Gona”. Lo que «puede parecer caótico, no lo era porque el director lo tenía todo muy claro”, ha subrayado.
También ha intervenido María Galiana, que forma parte del reparto y que por la noche ha recibido el Premio Ciudad de Sevilla en la gala de inauguración. Tras mostrarse «orgullosa” de haber podido participar en la película, ha subrayado: «Adoro a Rafael Azcona y he sido seguidora de sus películas y guiones, es más, la primera en la que trabajé, Pasodoble, la firmaba él”. Finalmente, Susan Azcona, viuda del escritor, ha respondido a tanto cariño hacia el que fuera su marido con un «no tengo nada que añadir a esta locura”.