Referente del cine argentino, ganador de un Oscar, el director Juan José Campanella se dio a conocer en todo el mundo con «El niño que gritó puta», un drama social muy duro sobre la maldad en la infancia, que aborda temas como la enfermedad mental infantil y que rodó en Nueva York.

Juan José Campanella (Buenos Aires, 19 de julio de 1959), director de películas tan significativas como ‘El hijo de la novia’, ‘El secreto de sus ojos’ o ‘El cuento de las comadrejas’, comenzó a estudiar ingeniería, estudios que abandonó en 1980 después de cuatro años en la universidad. Más tarde comentaría que el factor decisivo para esta decisión fue ver «Empieza el espectáculo» el mismo día en que iniciaba su quinto año de carrera. En 1979 dirige el cortometraje «Prioridad nacional», y tras él Campanella viaja a los Estados Unidos y comienza a estudiar en la Escuela de Artes Tisch. Cuatro años después, en 1984, aun estudiando cine, dirige ‘Victoria 392’ junto al guionista Fernando Castets, película nunca estrenada, que supuso la primera de cinco colaboraciones con su amigo, el actor Eduardo Blanco.

Tras graduarse en la escuela de cine de Nueva York, encuentra muchas facilidades para poder rodar en la ciudad, la que es su verdadera ópera prima, ‘El niño que gritó puta’. La película es una historia real de la guionista Catherine May Levin, que buscaba financiación privada para la historia y un director que la llevase a la pantalla: “Vi los trabajos de varios directores que me propuso la agencia William Morris, y me fijé en el corto de Campanella, que me pareció extraordinario”, recordaría la guionista. La historia es la de un niño de 12 años, de conducta agresiva, que vive con su madre y con sus dos hermanos. Los tres muchachos hacen la vida imposible a la madre, con un extremo maltrato psicológico por parte del muchacho. 

Después de una serie de sucesos, acaban ingresándolo en un centro psiquiátrico. “Me interesó mucho intentar ver como habían sido de pequeños, personas como Charles Manson y otros psicópatas. ¿Tuvieron algún síntoma durante el crecimiento? ¿Podían sus madres haber hecho algo para cambiar su manera de ser?”, dijo Catherine May Levin. El niño, un auténtico psicópata, ve que su madre lleva a casa a distintos hombres y la grita puta, zorra, en todo momento la amenaza, tiraniza y destroza la casa.

El casting para el actor principal acabó de forma distinta a la prevista: Al principio, cuando un jovencísimo Harley Cross se presentó a las pruebas, pensé que ese niño con cara de ángel era lo opuesto a lo que necesitaba. Pero más tarde me di cuenta que con esa cara angelical resultaría mucho más aterrador ver esa rabia en él”. La madre del chico está interpretada por Karen Young, “que nos apabulló a todos con su prueba” y a la que dirigió como una mujer que estaba a punto de estallar que, a pesar de su lucha por ser encantadora y simpática, está a punto de perder el control.

La película se rueda en Nueva York entre julio y agosto de 1990. Las escenas del internado se hacen en el Sarah Lawrence College, del Bronx. Las del hospital fueron filmadas en el Creedmore, una conocida institución de Queens, Long Island. “En la mayoría de películas sobre enfermedades mentales, los personajes suelen acabar normales o pidiendo perdón. Esta historia es mucho más sincera porque ni siquiera los psiquiatras saben por qué la gente puede tener trastornos psíquicos. No he podido encontrar nada parecido a esta historia”, dice Campanella.

La película se estrena en el Festival de Nueva York en abril de 1991, con excelentes críticas. A España llega a través de la Seminci de Valladolid en octubre de ese mismo año, donde el pequeño Harley Cross logra el premio al mejor actor. Su estreno comercial tiene lugar en el madrileño cine Renoir el 13 de marzo de 1992.

Publicado en La Butaca de las webs de los diarios regionales de Vocento