SU TRABAJO ABARCÓ EL CINE, EL TEATRO, LA TELEVISIÓN Y EL DOBLAJE

Julio Nuñez falleció en Madrid este jueves día 17 a los 77 años a consecuencia de un paro cardiaco. Ha sido uno de los actores secundarios más populares del cine español, habiendo trabajado también en el teatro y en series de televisión. Entre sus trabajos en la gran pantalla destacan «Canto para tí”, «El emigrante” o «A los que aman”, película de Isabel Coixet con la que se despidió de la pantalla.

Julio Nuñez había nacido en 1931 en Torrelavega (Cantabria). Comenzó desde muy joven a desarrollar su vocación de actor, representando obras de teatro en el TEU de Santander (grupo de teatro universitario) y a dramatizar obras en la radio. De la mano de José Tamayo se fue a Madrid donde interpretó importantes obras y logró sus primeros éxitos que le afianzaron como un gran actor.
Exponente de la vieja estirpe de los comediantes españoles, intérprete destacado por su coherencia, talento y experiencia, la trayectoria de Julio Núñez a través de escenarios, platós de televisión y rodajes se extiende a lo largo de más de medio siglo. De su labor se ha ensalzado su capacidad para dar vida, voz e imagen a mil personajes, de los clásicos a los modernos, de Pedro Calderón de la Barca a Antonio Buero Vallejo.
Durante los años 60 y 70 fue uno de los rostros más populares de la pequeña pantalla gracias a sus papeles protagonistas en el Estudio 1 de Televisión Española. De sus trabajos televisivos, el más recordado es su interpretación de Don Eduardo en la serie «Juncal” en 1987, en donde trabajó junto a Paco Rabal, así como sus numerosas intervenciones tanto en el programa Estudio 1, como en «Hoy es fiesta”, «Exiliado” o «Las tres hermanas”.
Julio Nuñez trabajó por igual en el teatro, en el cine, en la televisión, como actor de doblaje y como recitador de poesía. Dotado de una magnífica voz, la prestó a notables personajes del cine norteamericano. Su éxito en el cine y en la televisión le dieron aún mayor proyección. En el año 1975 recibió el nombramiento de Montañés del Año y, en Torrelavega, siempre fue reconocido por los ciudadanos. El actor recibió en la primavera de 2002 el reconocimiento de su ciudad natal, en un acto que tuvo lugar dentro del Festival Internacional de Cortometrajes, siendo distinguido con el primer trofeo «Metrio Pisondera”. El Festival Internacional de Cine Deportivo de Santander le rindió homenaje editando un libro sobre su vínculo con el cine y el teatro, que firmaron Jose R. Saiz Viadero y Gabriel Porras.
Para Julio Nuñez, la interpretación era «el diapasón que marcaba toda su existencia y el eje alrededor del que giraba toda su trayectoria vital”, según reconoció en diversas ocasiones. Su trayectoria cinematográfica incluye 15 películas, entre las que se encuentran «Un traje blanco” (Rafael Gil, 1956), «¡Viva lo imposible!” (Rafael Gil, 1958), «Festival” (César Fernández Ardavín, 1960), «Prohibido enamorarse” (José Antonio Nieves Conde, 1961), «Las secretas intenciones” (Antonio Eceiza, 1969), «La leyenda del Alcalde de Zalamea” (Mario Camus, 1972) o «A los que aman”, película con la que Isabel Coixet le rescató para la gran pantalla en 1998.
En los espacios dramáticos de televisión, Julio Nuñez desarrolló «una de las carreras artísticas más importantes, densas y de mayor enjundia de entre todos los actores españoles vivos”, según destacaba la publicación dedicada a su trayectoria que fue publicada cuando cumplió los 72 años. En el teatro, desde 1953, durante las temporadas que permaneció en la Compañía Lope de Vega, el actor participó en piezas de autores como Frederick Knott, Charles Dickens, Sófocles, William Shakespeare o Pedro Calderón de la Barca: «Lo que más me gusta de una pieza es el período de ensayos, el trabajo previo y apasionante, la creación del personaje, el llegar a vivirlo intensamente hasta incorporarme a él. Después, el estreno, la plenitud en la identificación”, dijo en una ocasión recordando su trabajo en las tablas.