PROTAGONIZÓ TÍTULOS COMO «DE AQUÍ A LA TERNIDAD” O «EL REY Y YO”

La actriz británica Deborah Kerr, protagonista de películas como «De aquí a la eternidad”, «El Rey y yo” o «¡Suspense!”, falleció el pasado martes en Suffolk (al noreste de Inglaterra) a los 86 años, según ha anunciado este jueves su representante. Kerr, casada con el guionista y productor Peter Viertel, padecía Parkinson desde hacía varios años.

La actriz, que vivió varias décadas en Marbella, había nacido el 30 de septiembre de 1921 en Helensburgh, Escocia. Se inició en el mundo del espectáculo como bailarina, comenzando su carrera en teatros regionales británicos y entreteniendo a las tropas durante la Segunda Guerra Mundial. Su debut como actriz en la gran pantalla se produjo con «Major Barbara” (1941), para pasar después a interpretar los tres personajes femeninos de «Coronel Blimp”, película de Michael Powel y Emmeric Pressburger (1943). Tras trabajar con Alexander Korda en «Separación peligrosa” (1945), firma un contrato con la MGM, instalándose en Hollywood. En las películas americanas es donde alcanza la fama: «Las minas del rey Salomón” (1950); «Quo Vadis?” (1951) «El prisionero de Zenda” (1952), «Julio César” (1953); «La reina virgen” (1953); «De aquí a la eternidad” (1953); «El rey y yo” (1956); «Té y simpatía” (1956); «Sólo Dios lo sabe” (1957); «Tú y yo” (1957); «Buenos días tristeza” (1958); «Mesas separadas”, (1958) y «Tres vidas errantes” (1960).
 
En su mejor momento artístico, tras una larga serie de éxitos, protagoniza «¡Suspense!” (1961), una adaptación de la novela de Henry James «Otra vuelta de tuerca”, que dirige Jack Clayton. A finales de los años 60 decide abandonar el cine para dedicarse al teatro, no sin antes protagonizar cuatro inolvidables películas, «La noche de la iguana”, (1964), «Casino Royale” (1967), «Los temerarios del aire” (1969) y «El compromiso” (1969). Instalada en Marbella durante los años 70 y 80 junto a su marido Peter Viertel, regresó por última vez a la pantalla en 1985, protagonizando «The Anam Garden” de Mary McMurray.
 
La actriz había estado nominada al Oscar en seis ocasiones, por «Edward, hijo mío” en 1949, por «De aquí a la eternidad” en 1953, por «El rey y yo” en 1956, por «Sólo Dios lo sabe” en 1957, por «Mesas separadas” en 1958, y por «Tres vidas errantes” en 1960, aunque sólo lograría un Oscar (Honorífico) en 1994. La intérprete, que vivía en Suiza, volvió a Gran Bretaña para estar junto a su familia cuando el parkinson que padecía empeoró notablemente.