Fue responsable de las tres entregas de «Spider-man»

Ayer domingo, se produjo el fallecimiento de la productora de «Spider-Man» Laura Ziskin, a los 61 años y tras 7 de combatir un cáncer de mama. Murió en su casa tras seguir produciendo películas durante su enfermedad. Su mayor éxito fueron las tres «Spider-Man», que aportaron 1.5 billones de dólares en todo el mundo y la convirtió en una de las mujeres más poderosas de Hollywood.

Ziskin también produjo la gala de los Oscar en dos ocasiones, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo, y se hizo con numerosos premios Emmy a lo largo de su carrera. Entre sus más aclamados títulos, «El club de la lucha» de David Fincher y «Todo por un sueño» («To Die For»), de Gus Van Sant. En 2004 se le diagnosticó un cáncer de mama en estadio 3, pero permaneció infatigable, al mando de Sony, y se convirtió en una activista puntera en el combate de la enfermedad, usando sus contactos para fundar Stand Up to Cancer en 2008.
En una entrevista con la televisiva Katie Couric, proclamó: «Quise afrontar la enfermedad con todas mis fuerzas, no me quise decir que se trataba de un problema imposible de resolver. Es un gran problema y si nos centramos en él, lo podremos arreglar». Ziskin produjo el show televisado «Stand Up To Cancer», en el que participaron hasta cien celebridades, entre ellas, Morgan Freeman, Josh Brolin, Sidney Poitier, Susan Sarandon, Meryl Streep y Charlize Theron. En 2010 produjo un show similar.
Ziskin comenzó desde abajo hasta convertirse en una de las pocas mujeres pertenecedoras a la élite del poder en Hollywood. Entre sus amigas, la megaproductora Amy Pascal o Sherry Lansing, que estuvo al mando de Paramount Pictures. Tras graduarse en la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California, trabajó como guionista y asistente de producción de Jon Peters. De ahí, se convirtió en ejecutiva de desarrollo de proyectos y fundó Fogwood Films con su amiga Sally Field. Desde allí prodjo «El romance de Murphy», nominada al Oscar y el thriller «No hay salida» («No way out»), uno de los primeros éxitos de un joven Kevin Costner. Trabajó de productora en Touchstone Pictures y fue presidenta de la 20th Century Fox en 2000, donde fue responsable de «Pretty Woman» y «En honor a la verdad» («Courage Under Fire»).
Durante los 90 fue responsable de «Mejor… imposible» («As Good As It Gets»), que le valió a Jack Nicholson su segundo Oscar y recibió siete nominaciones. Dejó Fox y entró en Sony, siendo responsable de «Spider-Man». Sus preocupaciones personales fueron la salud, el medio ambiente, la familia y la cultura judía. Deja marido, el guionista de «Spider-Man» Alvin Sargent, y una hija de un matrimonio anterior.