Regresa al Pequeño Teatro Gran Vía de Madrid, «Orgasmos», una comedia sobre las diferencias entre hombres y mujeres y la convivencia en pareja

«Orgasmos» es una comedia que trata las diferencias entre hombres y mujeres y la convivencia en pareja. Se remonta desde Adán y Eva hasta la actualidad. Leo Rivera y Dulcinea Juárez pritagonizan un inteligente ejercicio de análisis de la convivencia de pareja, rompiendo con todos los tópicos.

Una buena manera de ver que aunque exista una guerra de sexos siempre terminan por ser el mejor complemento el uno para el otro. «Orgasmos» es una divertida comedia que nos hará reflexionar. En resumen, un auténtico manual de auto-ayuda para enfrentarse a los retos de vivir en pareja, que no son pocos.

«Orgasmos» («Orgasms, The Play») fue estrenada en el Madrid Theater de Los Angeles a principios del 2003. Dirigida por el mismo autor, Dan Israely, contó con la pareja de protagonistas Brant C. Black y Kimmie Fadem y con la voz en off del entrañable Ed Asner, conocido en nuestro país por el personaje de la série de TV Lou Grant. La comedia despertó la atención del público y crítica.

El éxito que supuso la llevó a ser representada en Off-Broadway, concretamente en el acogedor SoHo Playhouse, y a ser adaptada con gran aceptación al castellano en diversos países del continente americano. El caso de México, con más de 2500 representaciones, es un claro
exponente.

La obra, donde los dos y únicos personajes son un hombre y una mujer, hace un extenso análisis de las situaciones que acostumbran a envolver, desde los inicios de nuestra existencia como seres humanos, a las relaciones entre el hombre y la mujer. Rápida, brillante y ágil en sus diálogos y monólogos.

Huyendo de muchos tópicos en los aspectos menos evidentes de nuestra conducta, «Orgasmos» supone una inteligente comedia con un sólido trasfondo psicológico que va más allá de lo que puede sugerir su título. Esta profundidad es una de las causas por las cuales críticos teatrales como Susan Sherman, otorgasen a este texto un nivel mucho más alto que, por ejemplo, el de la exitosa «Monólogos de Vagina”, de Eve Ensler.