El director, ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1997 por «El sabor de las cerezas», padecía un cáncer

El aclamado director de cine iraní Abbas Kiarostami ha fallecido este lunes 4 de julio en París, a los 76 años. El pasado mes de marzo, los médicos le diagnosticaban un cáncer gastrointestinal que le llevó a pasar por el quirófano en varias ocasiones durante los últimos meses, la última el pasado junio en París.

«Abbas Kiarostami, quien había viajado a Francia para recibir tratamiento, ha fallecido», anunciaba la agencia semi oficial iraní Isna. Poco después, la Filmoteca confirmaba la noticia.

El ganador de la Palma de Oro en 1997 por «El sabor de las cerezas» tuvo un comienzo bastante humilde en el mundo del cine. Había nacido en 1940 en Teherán, en cuya universidad estudió inicialmente Bellas Artes. Después de trabajar como diseñador gráfico, Kiarostami comenzó a rodar publicidad para la televisión iraní. En 1969, el cineasta se unió al Kanun (Centro para el Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes) para encargarse de su filmoteca y donde pudo comenzar a rodar sus propias producciones. En 2005, Kiarostami confesaba al periódico británico The Guardian: «Se suponía que teníamos que hacer películas que trataran de los problemas de la infancia. Al principio era sólo un trabajo, pero fue la forma de convertirme en un artista».

Kiarostami pertenecía a la generación de cineastas que creó la renombrada nueva ola del cine iraní, que comenzó en los años 60 y se popularizó a partir de 1970. Esta corriente creó filmes artísticos innovadores con un alto contenido filosófico y político; algunos empleando realismo, otros mediante metáforas. También es poeta; publicó una colección de sus versos en 1999.

Tras sus primeros largometrajes («¿Dónde está la casa de mi amigo?», 1987; «Close up», 1990; «Y la vida continúa», 1992, «A través de los olivos»», 1994), obtuvo su definitiva consagración internacional con la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1997 por «El sabor de las cerezas». Desde entonces continuó su exitosa obra cinematográfica («El viento nos llevará», 1999; «ABC África», 2001; «Ten», 2002; «Five», 2004) —por la que obtenido más de setenta premios—, además de participar en instalaciones museísticas y exposiciones fotográficas. En 2006, con motivo de la exposición Correspondencias: Víctor Erice y Abbas Kiarostami presentó instalaciones como «Durmientes» (2001), «Mirando el Ta’ziye» (2004) y «Bosque sin hojas» (2005).

En 2006 se publicó su poemario «Compañero del viento». Su última película fue «Copia certificada» — Espiga de Oro en la 55 SEMINCI y por la que Juliette Binoche que ganó el Premio a la interpretación femenina en Cannes 2010—.