«Tian Zhu Ding» sigue a cuatro personajes en cuatro rincones de China que enfrentan desigualdades cada vez más importantes

Jia Zhang-Ke describe en «Tian Zhu Ding» a la China contemporánea, a través de cuatro retratos entremezclados: cuatro personajes en cuatro rincones de China que enfrentan a desigualdades cada vez más importantes, con nuevas aspiraciones de democracia y libertad. La película se ha presentado este viernes 17 en la competición del 66 Festival de Cine de Cannes.

Un minero exasperado por la corrupción, un hombre que se ve obligado a emigrar a otra región en busca de trabajo, una recepcionista acosada por un cliente, un obrero que trabaja en condiciones cada vez más degradantes. No se conocen, pero lo cuatro ya no pueden más y están a punto de cometer lo irreparable.

«Tian Zhu Ding» (A Touch of Sin) está inspirada en cuatro hechos extremadamente violentos, lo que los chinos denominan incidentes repentinos, que saltan de forma regular a los titulares de la prensa. Como de costumbre, Jia Zhang-Ke ha trabajado en una mezcla de ficción y documental. Primero investigó los hechos, fue a los lugares y entrevistó a la gente. También trabajó con varios actores no profesionales y captó, durante el rodaje, la realidad de las condiciones de vida de los chinos, en las zonas rurales y en las grandes ciudades donde están instaladas las empresas internacionales.

Para construir los personajes y la narración, Jia Zhang-Ke se inspiró en la tradición de la novela histórica china, en operas clásicas y en películas de artes marciales («wuxia pan»), que tienen en común la lucha del individuo contra la opresión. El título inglés («A Touch of Sin») es un homenaje a la película taiwanesa «A Touch of Zen» de King Hu, presentada en Cannes en 1975.

Desde Xiao Wu, artesano carterista, Jia Zhang-Ke explora el lado oscuro del milagro chino: la ciudad sepultada por la presa de las Tres Gargantas («Tian Zhu Ding»), un barrio obrero destruido en beneficio de un complejo de apartamentos de lujo(«24 City»), las transformaciones de Shangái («I wish I knew»)… Tian Zhu Ding marca, sin embargo, una nueva etapa en su filmografía: la mirada de desencanto se vuelve más amarga, más dura, más chocante. Y es una violencia extremadamente salvaje que presenta ante nuestros ojos.

Jia Zhang-Ke se ha inspirado en hechos reales de una violencia inaudita: «Con la crisis de los últimos tiempos, he podido observar lo violentos que pueden ser los incidentes en China, algo que me preocupa mucho, y se me ocurrió que era algo que había que destacar a través del cina para comprender cómo una persona ordinaria puede llegar a actuar con tanta violencia», ha dicho el cineasta tras la presentación del filme: «Estoy comprometido con la preservación de la libertad creativa, y hago todo lo posible por no autocensurarme. Una vez que logro esto, me pregunto cómo hacer para que un máximo de espectadores chinos vean la película, ha añadido.

La actriz Zhao Tao a propósito de la evolución del realizador ha confesado: «Es su mejor película, en cuanto a la escritura, el guión, el trabajo con los actores. Ha logrado una gran precisión, era capaz de obtener fácilmente lo que deseaba. Este trabajo está impregnado de una gran pureza». Y Jia Zhang-Ke ha puesto el colofón: «La película gira en torno a cuatro personajes, pero es una sola película. Un vínculo sutil existe entre ellos, como entre diferentes personas en el mundo. Se hace evidente hasta que punto todo se decide en el Cielo. De ahí la elección de la palabra «Sin» para el título en inglés».