LA OBRA DE J. B. PRIESTLEY COMBINA SUSPENSE Y REPERCUSIÓN SOCIAL

La obra de J.B. Priestley «Truca un inspector» («LLama un inspector»), dirigida y protagonizada por Josep María Pou ha llegado al Teatro Goya de Barcelona, que dirige en propio actor, donde permanecerá en cartel hasta el próximo 27 de marzo.

Con Carles Canut, Victòria Pagès, Ruben Ametllé, Paula Blanco y David Marcé acompañando a Pou al frente del reparto, La obra es un prodigio de construcción formal, despliega una trama que progresa como un aparato de relojería.
El inspector Goole advierte que se acaba de suicidar una chica, después de haber ingerido toda una serie de sustancias letales. Mediante un interrogatorio sutil pero incisivo, toda la familia queda al descubierto. En este ambiente de culpabilidad, todos se excusan, avergonzados de sus actos, y señalan con el dedo a la persona que tienen al lado.
El uso habilísimo del suspense no eclipsa en ningún caso un mensaje de profunda repercusión social: todos formamos parte del mismo organismo y somos plenamente responsables de todo lo que le pasa al resto del mundo.