Coreógrafa e intérprete de teatro, debuta en el cine junto a Javier Bardem con la película de Alejandro González Iñárritu

Deslumbró a todos quienes vieron «Biutiful» en el pasado Cannes. Maricel Álvarez asombró a todos mientras Javier Bardem confesaba al mundo su amor por Pe, antes de casarse. «Biutiful», de Alejandro González Iñárritu, fue una pelicula que trajo alegria a todos, especialmente a quienes degustamos chocolate con churros en la fiesta con sombreros mexicanos en la playa de La Croisette, tras la tempestad.

«De enorme nariz y barbilla diminuta, sin apenas pecho….» comeinza el texto para luego no cesar en vertir elogios hacia la diminuta argentina para la que este filme es su asombroso debut en el cine.

Actriz teatral, coreógrafa y mujer orquesta, en la película es Marambra, una mujer no convencionalmente bella pero fascinante. Álvarez se pasa la mayor parte de la historia desnuda y siendo hilarantemente sexy. Con el estusiasmo de una adolescente, la conocemos cuando cabalga fumando encima de un cliente con el que ha pasado la noche.
Pero «Biutiful» es un filme sombrío y tenso, que recorre una Barcelona no muy turística. Los bajos fondos poblados de buscavidas, emigrantes ilegales y pobres de todo tipo. Uxbal, muy enfermo y orinando sangre, trata de buscarles un porvenir a sus dos pequeños antes de irse con La Parca.

La madre no es otra que Marandra, que parece no sólo peligrosa para los críos sino para sí misma. Parece mentalmente inestable y es en el fondo una mujer que ama de verdad pero no sabe huir del precipicio. Cuando el drama finaliza y ruedan los créditos, Marambra sigue caminando con nosotros por el camino a la perdición.
Maricel Álvarez protagonizó en el pasado Festival de Otoño en Primavera de Madrid, la obra de teatro «Dolor exquisito», de Sophie Calle, de la que también era productora.