LA FAMOSA OBRA DE WILLIAM SHAKESPEARE LLEGA CONCIDIENDO CON EL 400 ANIVERSARIO DE SU MUERTE

Un «Hamlet» novedoso, apasionante, definitivo como obra escénica se ha instalado en el Teatro Fernán Gómez de Madrid (Centro Cultural de la Villa), a cargo de la Compañía de Teatro Clásico de Sevilla coincidiento con el cuarto centenario de la desaparición de william Shakespeare.

El más extenso drama de Shakespeare se encuentra entre las más influyentes y principales tragedias en lengua inglesa. Un microcosmos para mostrarnos el cosmos de la humanidad. Las relaciones, las conciencias, los miedos, las aspiraciones… Un universo. Tan pequeño y condensado como en una cáscara de nuez. Como los personajes de nuestro Hamlet. Imposibilitados para escapar de un espacio, de un mundo donde siguen con su ser o no ser.

La versión y dirección de este W»Hamlet» corre a cargo de Alfonso Zurro, y está interpretado por Pablo Gómez-Pando, Juan Motilla, Amparo Marín, Rebeca Torres, Antonio Campos, Manuel Monteagudo, Manuel Rodríguez, José Luis Bustillo y José Luis Verguizas. Es un espectáculo en coproducción con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro y el Festival de Teatro de Niebla.

¿Dónde está Hamlet? ¿En qué tiempo y lugar habita el personaje shakesperiano? ¿Cómo nos llegan las palabras del príncipe de Dinamarca en un mundo donde se observa, se vigila, se espía, y nada pasa desapercibido? La privacidad se ha evaporado. ¿Somos reales o imágenes reflejadas caminando por una superficie inestable, y variable? Lo que debería ser sólido es mudable, las raíces son imposibles, no hay materia que las sustente.

Y por encima, la ambición del poder. El poder, como manipulador, corruptor, vengativo, asesino… Una ambición que mueve a los personajes y los aboca a la confrontación y a la destrucción. Algo huele a podrido cuando alguien se lanza a conseguir el poder a toda costa.

Ser o no ser. Existir o no existir. Siempre la misma cantinela. Y la duda, la imposibilidad de tomar una decisión. El miedo a caer en el vacío de la nada o en el tumulto de la eternidad. Pero si uno no actúa, otros lo harán…

Un microcosmos para mostrarnos el cosmos de la humanidad. Las relaciones, las conciencias, los miedos, las aspiraciones… Tan pequeño y condensado como en una cáscara de nuez. Un universo. Como los personajes de nuestro Hamlet. Imposibilitados para escapar de un espacio, de un mundo donde siguen con su ser o no ser.

Es un espectáculo candidato a los Premios Max en 6 categorías: Mejor Espectáculo, Mejor Dirección, Mejor Escenografía, Mejor Vestuario, Mejor Actor Protagonista, y Mejor Actor de Reparto, que ya obtuvo el premio El Público de Canal Sur 2015 de las Artes Escénicas a Alfonso Zurro por su dirección escénica.