Dirigida por Miguel Ángel Doncel, ha creado el revolucionario software Mistika, tecnología utilizada en «Pina» y «Tintin. El secreto del unicornio» que también se aplicará a las dos películas de «El Hobbit»

La empresa de postproducción española SGO, que dirige Miguel Ángel Doncel, es la artífice de un sistema completo de postproducción bautizado con el nombre de Mistika, recibirá el Premio Segundo de Chomón 2012, galardón que la Academia de Cine concede cada año a empresas o personas cuyas aportaciones técnicas contribuyen al desarrollo de la industria cinematográfica.

El reconocimiento, que se entregará el próximo mes de abril, en la sede de la institución, ha recaído este año en la compañía creada en 1993 que hoy es líder en su campo gracias a este sistema mediante el cual «mientras ruedas, te ayuda a analizar la imagen y ver si la estereoscopía es adecuada, si los efectos van a funcionar, y permite preparar los daylies para que el director pueda visualizar todo lo rodado, darle intención de color y seleccionar los planos que irán al montaje de la película. También te permite integrar todos los efectos especiales con el montaje del filme y hacer la corrección final de color y ajuste estereoscópico fino para conseguir un acabado perfecto”, explica ilusionado el director general de la compañía, Miguel Ángel Doncel, a quien el galardón le ha hecho «muchísima ilusión. Es un gran honor. Las empresas de tecnología son las grandes desconocidas, siempre estamos detrás de la pantalla, escondidos, por eso cuando me han comunicado la noticia me he quedado muy sorprendido. No estamos habituados a estos reconocimientos”, dice.
«El Segundo de Chomón se traducirá en un mayor conocimiento de nuestra labor y ayudará a una mejor posición del producto”, expone Doncel, que ha trabajado en numerosas películas españolas -«The Pelayos», «La chispa de la vida», «¿Para qué sirve un oso?», «Fuera de juego», «Que se mueran los feos», «Todo lo que tú quieras», «Amador», «After», «Pájaros de papel» y «Una palabra tuya», entre otras- y en las producciones internacionales «Pina» y «Las aventuras de Tintín. El secreto del Unicornio». Ahora también tratará las imágenes de las dos películas que Peter Jackson rueda en Nueva Zelanda, «The Hobbit: An Unexpected Journey» y «The Hobbit: There and Back Again».
«En este mundo, si lo haces bien, es fácil posicionarse. Nos hemos convertido en líderes muy rápido. La estereoscopía bien hecha es increíble, hace que ver una película se convierta en vivirla. El 3D bien hecho permite que sintamos que la acción se desarrolle ahí mismo”, indica este informático al que siempre le han gustado los gráficos por ordenador y que, cuando acabó la carrera, decidió dedicarse a lo que le gustaba. «A principios de los noventa no se utilizaban en esta industria los ordenadores, muy útiles para abaratar costes”. Decididos a arreglar todos los problemas que se producen en el desarrollo de un rodaje, Doncel y su equipo impulsaron una tecnología para perfeccionar la estereoscopía, de la que hoy es un defensor. «Esta técnica se basa en engañar al cerebro para presentarle imágenes como las veríamos en la realidad. Si este proceso no es técnicamente perfecto y al cerebro le presentamos imágenes que no coinciden totalmente con la realidad, se produce cansancio visual, dolor de cabeza e incluso mareo. Si esto ocurre, da igual lo buena que sea la historia, el espectador no va a disfrutar”, manifiesta Doncel, que dejo de ser escéptico ante esta tecnología cuando vio unas pruebas de El lago de los cisnes para la Royal Opera House.
Aunque el equipo de SGO siente especial cariño por la industria española, la compañía no ha cambiado su filosofía de origen: su vocación internacional. «Sería poco inteligente no mirar a otros mercados. De lo que más satisfechos nos sentimos es de haber creado un vínculo con nuestros clientes, a cuyas necesidades atendemos con un producto que está en permanente evolución”. El director general de SGO, que el año pasado recibió el Premio Especial del IBC -por la post-producción de «Volando entre dinosaurios 3D», de David Attenborough, con el software Mistika-, afirma que el futuro de la postproducción audiovisual está en el 3D, el tercer gran cambio que vivirá el sector. «El primero fue el paso del cine mudo al sonoro, y después del blanco y negro al color, evolución que tardó veinte años en implantarse”.
En ediciones anteriores, este trofeo a las aportaciones técnicas ha tenido como destinatarios a los hermanos Alfredo y Andrés Vallés, Juan Mariné, Emilio Ruiz del Río, la familia Valero, Luis Castro, Julián Martín, Josep A. Esteve Torres, Santiago Gordo, Ricardo Navarrete, la empresa madrileña Next Limit Technologies -Víctor González e Ignacio Vargas-, a la veterana peluquera Antoñita, viuda de Ruiz, y al Archivo Val del Omar.

Segundo de Chomón (Teruel 1871-París 1929), fue uno de los grandes pioneros del cine fantástico y de animación. Sus numerosos trucajes e ilusiones ópticas aparecieron en superproducciones europeas y exploró las posibilidades del ‘stop motion’. Dirigió cortos y trabajó para la que fue la productora más importante del mundo a principios de siglo, La Phaté Fréres. El genio turolense estuvo durante mucho tiempo a la sombra de Méliès a cuyas órdenes coloreó las películas a mano, fotograma a fotograma.