UN CRUCE DE MELODRAMA Y CIENCIA FICCIÓN CON Marta Etura, Lluís Homar, Daniel Brühl y Alberto Amann

Este miércoles ha sido el día del cine español en Venecia. Fuera de competición se ha presentado «Eva», ópera prima de Kike Maillo que también inaugurará el próximos Festival de Sitges. El equipo de la película al completo ha podido llegar a Venecia por carretera, como se han apresurado a declarar los responsables del filme, debido a la huega general sufrida ayer en Italia que suspendió vuelos y cerró aeropuertos.

«Eva» es una ópera prima de Kike Maíllo que sorprenderá por ser una película ambiciosa y llena de emoción, que mezcla el melodrama y la ciencia ficción. Una película protagonizada por Marta Etura, Lluís Homar, Daniel Brühl y Alberto Amann.
La película tiene como argumento un futuro cercano, donde los seres humanos viven acompañados de criaturas mecánicas. Un drama basado en la historia de Eva, una niña de 10 años que es testigo de un trágico accidente en el que muere su madre y por el cual se queda amnésica. Ayudada por Álex, un reputado ingeniero cibernético, Eva se adentra en el mágico mundo de la robótica e intenta recuperar su identidad. Juntos, Eva y Álex revisarán su pasado en un fantástico viaje que les precipitará a un final revelador.
Maíllo, que proviene del mundo de la publicidad, rueda un arriesgado debut futurista que gira en torno al mundo de los robots. Brühl y Amman dan vida a dos hermanos enamorados de una misma mujer (Etura) y que se dedican a la robótica. Llevan años sin verse hasta que un proyecto les vuelve a reunir en el 2041. Brühl se encuentra con una familia que desconocía y de la que forma parte una niña, la debutante Claudia Vega, otra de las sorpresas gratas del filme. El propio Daniel Brühl ha dicho que se emocionaba al ver lo talentosa que es la niña al punto que tenía que «defender» su personaje en las escenas que comparten.
«Eva» no es ciencia ficción al uso que coquetea con el thriller o el público sino con el melodrama, explicó el cineasta, para quien es muy importante intentar no dar la espalda al público cuando se hace cine. «Hay que tener en cuenta a quien tenemos delate», añadió el cineasta, que ha participado con un joven equipo de profesionales provenientes prácticamente todos de la ESCAC, la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya.