«Una corona para Claudia” es un digno espectáculo que se representa en el teatro Alfil de Madrid

«Una corona para Claudia” es un espectáculo lleno de buenas intenciones, una historia suave y, en un sentido positivo pero también negativo, que desprende juventud. Se trata de una obra fresca pero sobre la que sobrevuela cierta inexperiencia. Tiene varios números musicales, que cantan a capella sus cinco intérpretes. Se ha estrenado en el teatro Alfil de Madrid.

«Una corona para Claudia” trata del amor, del desamor, de las rupturas, de los desencuentros, de las preocupaciones laborales de los jóvenes, de su falta de futuro, de la lealtad, de la amistad y, sobretodo y como fondo de todo ello, de la muerte. Los diálogos resultan interesantes, aunque a veces les falte contundencia. «Una corona para Claudia” es, ya está dicho, una obra suave, y ahí radica su mayor virtud: en esa suavidad, aunque esté tratando las cuestiones más ásperas de la vida. Le falta síntesis, en medio del diluvio de cuestiones mayúsculas que llueven sobre el escenario durante la representación. Pero esa es una cuestión subsanable, que el autor y director, Iker Azcoitia, y los propios actores -todos muy jóvenes- pulirán con el tiempo.

El espectáculo recuerda algo, sobretodo en la temática, a otras obras que también se han visto sobre las tablas del Alfil: «La excursión” y, sobretodo, «Clímax”. «Una corona para Claudia” realiza continuos guiños a la serie «Juego de tronos”, que si bien en algunos momentos son celebrados por el público, dejan un vacío en quienes no siguen esas historias por televisión. Se trata, en definitiva, de un espectáculo a considerar. Que insinúa en su título lo mejor de la obra: la presencia permanente de la muerte, enemiga implacable, que acecha incluso a los más jóvenes. En la función del domingo 31 de julio, con la sala llena, todos recibieron una prolongada ovación.