Kimberley Buffington-Quaid, las tercera esposa del actor, harta de sus infidelidades

Kimberley Buffington-Quaid, al más puro estilo Katie Holmes, ha solicitado una separación legal, que acabará en divorcio, de su mujeriego marido, el actor de «Gran bola de fuego». En principio ya lo solicitó el pasado mes de marzo, pero la retiró dos meses más tarde. Parece que ahora va la vencida. Ambos residían en Texas y en verano se mudaron a California para intentar solucionar sus problemas, sin éxito. Una fuente cercana a ella, ha dicho: «Kimberley ya no puede más con las constantes infidelidades de su marido. No es un buen esposo».

Un representante de la pareja ha solicitado, como ya es costumbre, respeto a la privacidad del matrimonio, que se unió hace ocho años. La complicada legislación californiana proclama que no se puede solicitar el divorcio si no se ha residido en el Estado del oso al menos seis meses, así que Kimberley tendrá que esperar. La demanda original se presentó en Texas, rezando: «La unión se ha convertido en insoportable por discorias constantes y conflicto de personalidades, que destruyen la posibilidad de la continuidad de la unión. Y no hay ya esperanza de reconciliación».

Ella es la tercera mujer del actor, habiéndose casado en julio de 2004. No pudiendo tener descendencia, recurrieron a un vientre de alquiler, resultando una pareja de gemelos, niño y niña, de 4 años. Ella ha pedido la patria potestad de ambos en solitario (de nuevo, estilo Holmes), accediendo a negociar los derechos de visita del padre. La representa la poderosa abogada Laura Wasser, quien solicita una generosa pensión y los pagos del proceso.

La pareja ha vivido muchos sobresaltos: los gemelos recien nacidos casi murieron en el hospital donde nacieron porque médicos y enfermeras se equivocaron en las dosis de un fuerte medicamento, que les resultaba indispensable. Quaid tiene otro hijo con su segunda mujer, la actriz en decadencia Meg Ryan.