Publicado en La Butaca, de las webs de los diarios regionales de Vocento

El Festival de Cine Fantástico de Sitges ha estrenado mundialmente este sábado la producción española ‘La vampira de Barcelona’, una película ambientada en los inicios del siglo XX en torno a una figura real, Enriqueta Martí, la llamada ‘vampira del Raval’, una supuesta asesina en serie de niños que llenó páginas en los periódicos de la época.

Dirigida por Lluís Danés (‘Llach, la revolta  permanent’) y protagonizada por Nora Navas como la ‘vampira’ y Roger Casamajor como el periodista que inventó el caso, es una película de una cuidada puesta en escena, con una fotografía que nos remite a los inicios del cinematógrafo y a los espectáculos de variedades de la época, que narra como en la Barcelona en la que conviven una burguesía modernista y unos bajos fondos sórdidos y lúgubres, desaparece una niña, hija de una familia rica. Un periodista se sumerge en el laberinto urbano de calles y burdeles del Raval para desentrañar la desaparición de diversos niños, unos crímenes atribuidos por la policía a Enriqueta Martí. Pronto descubrirá una red de la alta sociedad dispuesta a ocultar sus vicios a cualquier precio.

Se trata de una película impactante con un poderoso fondo de denuncia social. «Esta película va de vampiros, pero de vampiros que no llevan una capa negra y colmillos afilados, sino de los que llevan una máquina de escribir y que atesoran el poder económico o religioso», ha dicho en Sitges el director Lluís Danés. Para el director, que estuvo con esta historia desde que le ofrecieron un guion para la serie ‘La huella del crimen’. Sin embargo, aunque aquel episodio no se llegó a rodar, a Danés le entró curiosidad y se puso a investigar el caso: “He estado 11 años con él y se han hecho hasta 14 versiones del guion. Con el tiempo ya nada tenía que ver con el que me entregaron”. Danés ha desvelado que ahora hay espíritu más crítico y han surgido hechos interesantes sobre la época: «El caso de Enriqueta mostró como hinchar una historia hasta límites grotescos. A todas las ciudades les gusta tener un Jack el Destripador, y a la pobre Enriqueta la convirtieron en eso. El poder crea monstruos para tapar otros monstruos. Hemos buscado la verdad, o por lo menos no dar por buena una mentira», ha desvelado. ‘La vampira de Barcelona’ muestra también como en la época nace ‘el cuarto poder’, mostrando como la prensa puede hacer cambiar de opinión a mucha gente. A Nora Navas le ha tocado defender al personaje: «Ha sido un reto dar un poco de justicia a esta Enriqueta Martí. Me gusta defender a la mujer, y sobre todo en esa época. el apodo de ‘La vampira’ fue algo que le pusieron después».