El director Pablo José Meza retrata la soledad y la incomunicación entre generaciones distintas

Una reflexión sobre la soledad no buscada e impuesta por el destino centra el segundo largometraje del realizador argentino Pablo José Meza, «La vieja de atrás» (2010), que se ha presentado esta noche de este miércoles en la Sección Oficial del 36 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva.

El director, autor también del guión, ha calificado esta mañana en una rueda de prensa su película como una «historia simple y sencilla, pero no por eso menos interesante” que trata sobre el hecho de cómo al tratar de solucionar el problema de la soledad «surge otra dificultad, la de la incomunicación entre generaciones distintas: los viejos no escuchan a los jóvenes y a los jóvenes no les interesa la opinión de los viejos”. «Me gusta el cine cuando logra crear un universo y me gusta que ese universo tenga que ver un poco con espiar la vida de la gente”, ha asegurado.
«La vieja de atrás», marcada por los silencios de la soledad y por las ansias de la compañía, narra la historia de Rosa (Adriana Aizenberg), una señora de 81 años que arrastra su soledad y sus manías por el oscuro apartamento en el que vive casi recluida. Su vecino, Marcelo (Martín Piroyansky), es un joven estudiante de Medicina que también vive solo, sin recursos económicos y sin amistades, malviviendo de pequeños trabajos temporales. Un encuentro fortuito entre ambos cambia sus monótonas realidades.
Meza ha explicado que hacer su segunda película le ha costado «mucho más esfuerzo y trabajo” que realizar su ópera prima, algo que «nunca había imaginado; gracias a Dios nunca más voy a tener que hacer una segunda película”, ha bromeado. Las mayores dificultades obedecen a una mayor intensidad y madurez personal del propio director. «Ahora tengo más presión y más miedos, antes era más inconsciente”, ha confesado. Además, Pablo José Meza ha hecho en esta ocasión más hincapié «en el propio lenguaje cinematográfico y en el tratamiento de los planos”, un apuesta estilística que ha añadido dificultad al proyecto.
Respecto al trabajo con los actores, el realizador bonaerense ha mostrado su satisfacción por el resultado conseguido por Martín Piroyansky y Adriana Aizenberg, «una actriz increíble a la que en los ensayos y en las discusiones de trabajo hacía enfadar muchísimo para conseguir el tono que yo deseaba”. Meza enfrenta en la historia a la anciana con una «generación extraña que no es ni la mía ni la que está viniendo, sino otra que está en medio y que es un tanto autista; me interesaba que el papel de Marcelo fuera exactamente así: Buenos Aires está lleno de Marcelos”.
Pablo José Meza (Buenos Aires, 1974) es un viejo conocido de la muestra cinematográfica onubense. De hecho, presentó en la 30 edición del festival (2004) su primera película, ‘Buenos Aires 100 Km’, una de las triunfadoras de aquel año reconocida con los premios a la Mejor Ópera Prima, Mejor Guión Original, y Especial del Jurado. El guión de ‘La vieja de atrás’ ya ha ganado el premio que otorga The Global Film Iniciative de los Estados Unidos. Además, la actriz Adriana Aizenberg formó parte del jurado oficial de la 33 edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva.