MARIBEL VERDÚ PROTAGONIZA UN DRAMA QUE SE DESARROLLA ENTRE LAS PAREDES DE UNA EMPRESA MULTINACIONAL CON LOS TRABAJADORES SOMETIDOS A UNA ENORME PRESIÓN

«La punta del iceberg» ha sido la segunda película en competición del Festival de Málaga este sábado 23. Perteneciente al subgénero de relaciones laborales se desarrolla entre las paredes de una empresa multinacional con los empleados sometidos a una enorme presión.

Protagonizada por Maribel Verdú, Fernando Cayo, Bárbara Goenaga, Álex García, Carmelo Gómez, Ginés García Millán, Jesús Castejón y Jorge Calvo, es la ópera prima de David Cánovas, que firma una inteligente película, de perfecto diseño, con imágenes que reflejan perfectamente la impersonal frialdad de las grandes empresas instaladas en pulcros edificios de diseño. Está basada en la obra teatral del mismo título, escrita por Antonio Tabares y ganadora del premio Tirso de Molina.

La acción se inicia cuando una gran empresa multinacional se ve sacudida por el suicidio de tres de sus empleados en una de sus filiales, el Tecnocentro. Sofía Cuevas (Maribel Verdú), alto cargo de la compañía, que trabajó durante años en la filial, es la encargada de aclarar lo sucedido. Sofía es una mujer sin escrúpulos cuya vida gira en torno al trabajo. Muy bien valorada por sus superiores, aunque su vida personal está desmoronada. Acepta a regañadientes el encargo de su superior: elaborar un informe técnico acerca de los suicidios ocurridos en el Tecnocentro. Todo lo debe resolver en pocas horas. En sus encuentros con los trabajadores irá descubriendo abusos de poder, mentiras encubiertas y un ambiente laboral enfermizo. Allí descubrirá que el director del Tecnocentro donde han tenido lugar los suicidios, es un verdadero déspota; todo lo relativiza en términos de productividad y es incapaz de sentir empatía alguna con sus empleados, ni siquiera con las víctimas. También habla con Alejandro García, ex-pareja de Sofía, que es el enlace sindicalista del Tecnocentro. Parece el más equilibrado de la empresa, incluso alegre y se muestra como un auténtico macho alfa. Todos sus esfuerzos parecen estar encaminados a demostrar que algo no funciona bien en la empresa. Y conversa con Gabriela, que presenta un claro cuadro de trastorno con claras tendencias depresivas. Es una empleada del Tecnocentro marcada por una soledad extrema. Es un personaje frágil, con débil personalidad en los momentos clave. A la vez, Sofía descubrirá que el edificio está lleno de cámaras de seguridad instaladas por Carlos Fresno para controlar a sus empleados.

En la conferencia de prensa tras la proyección de media mañana han estado presentes el director David Cánovas, las actrices Maribel Verdú y Bárbara Goenaga, el actor Ginés García Millán y el productor Gerardo Herrero. «Se trata de un drama con tintes de thriller ubicado en el mundo laboral y que tiene, como punto de partida, el suicidio de tres empleados en una gran empresa multinacional. La estructura del guión está basada en la elaboración de un informe que lleva a cabo Sofía Cuevas, por encargo del director general. Sofía, una mujer muy competente y ambiciosa, inicia así un viaje que irá transformando su percepción de las cosas a medida que va indagando en la realidad de los empleados a los que irá entrevistando. Se enfrentará al auténtico cerebro de un sistema que funciona a la perfección en cuanto a las cuentas y beneficios anuales, pero que resulta ser nefasto para la salud mental de los trabajadores”, explica David Cánovas.

Es una inteligente película muy deudora de la obra de teatro, de perfecto diseño, con imágenes que reflejan perfectamente la impersonal frialdad de las grandes empresas instaladas en pulcros edificios de diseño. Tonos fríos con una fotografía que se integra en lo aséptico del lugar, donde parece imposible la calidez humana.

La película ha sido muy bien acogida y en la rueda de prensa posterior se ha abierto un debate sobre la venganza que el actual gobierno ejerce contra la cultura y sobre el cine español.