La obra de Santiago Rusiñol, escrita hace más de un siglo, regresa a Barcelona en versión de Josep Maria Mestre

El Teatre Nacional de Catalunya ha estrenado en su sala Petita a «Llibertat!», una obra de Santiago Rusiñol que tuvo su primera puesta en escena en 1901. El texto, un profundo alegato antirracista, conserva intacta su vigencia a pesar de haber sido escrito hace más de un siglo. La versión que llega ahora a Barcelona correspomde a Josep Maria Mestres y permanecerá en escena hasta el próximo 9 de junio.

«Llibertat!» gira en torno a un indiano que, después de varios años en América, decide regresar a su pueblo natal. Junto a él llega Jaumet, un niño negro adoptado. En un primer momento, el nuevo habitante es recibido con los brazos abiertos por todos los vecinos, que ven la oportunidad de poner de manifiesto su supuesta fraternidad y tolerancia. Sin embargo, muchos tratan al recién llegado como una atracción de feria. El paso del tiempo y el crecimiento de Jaumet dinamitan la supuesta tranquilidad del pueblo costero catalán. El niño inofensivo deja paso a un joven que es visto por muchos como una amenaza. De este modo, el texto de Rusiñol aborda aspectos como el racismo latente o la hipocresía social de los falsos progresistas.
La adaptación de «Llibertat!» está firmada por Josep Maria Mestres, encargado también de las labores de dirección del montaje, que ha respetado buena parte del texto original, que cuenta con una extraordinaria vigencia en la mayor parte de sus fragmentos. Asimismo, la versión que puede verse en el TNC subraya los elementos políticos y apuesta por la ironía para llevar la obra a la actualidad contemporánea.
La función cuenta con un amplio reparto integrado por Mariona Albert, Roger casamajor, Tilda Espluga, Jana Font, Marc Fonts, Camilo García, Maife Gil, Jordi Girabal, Òscar Kapoya, Lídia Linuesa, Jordi Martínez, Neus Pàmies, Víctor Pi, Quimet Pla, Atilà Puig, Òscar Rabadan, Artur Raurich, Aina Sánchez, Jacob Torres, Artur Trias y Ton Vieira. La escenografía ha sido diseñada por Pep Duran, el vestuario lleva la firma de Nina Pawlowsky y la iluminación corre a cargo de Ignasi Camprodon.