La obra de Antonin Artaud sobre el mal por el mal y su disfrute llega al Teatro Español de Madrid

Basada en un hecho real, Antonin Artaud cuenta la historia de una familia italiana del siglo XVI marcada por la tragedia. Francisco Cenci, el patriarca, es un hombre cruel y despiadado que maltrata frecuentemente a su familia, llegando al punto de violar a su propia hija, Beatriz. La obra llega este 17 de enero al Teatro Español de Madrid, donde permanecerá hasta el 3 de marzo. El jueves 31 de enero tendrá lugar el encuentro con el público.

Celia Freijeiro, Luis Zahera, Celso Bugallo, Maru Valdivielso, Daniel Holguín, Rolando San Martín, Marta Belmonte y Aaron Lobato protagonizan la función en la que, hartas del comportamiendo del hombre, y siendo repetidamente ignoradas por la justicia, las mujeres Cenci deciden matar a Francisco para poner fin a los abusos, organizando un complot junto a los criados y a un enamorado de Beatriz.
Sobre estos sentimientos tan extremos se sustenta este montaje que llega este 17 de enero al Teatro Español, donde se mantendrá hasta el próximo 3 de marzo, bajo la dirección de Sonia Sebastián, quien ha admitido su interés por «representar el mal por el mal y su disfrute».
«La historia es en un tiempo anacrónico, pero habla de actualidad pues trata temas como el abuso de poder, la corrupción, las violanciones. Desde el siglo XVI hasta ahora en el mundo sigue pasando lo mismo, y se plantean las mismas cuestiones metafísicas de siempre», ha resaltado la directora.
A las órdenes de Sebastián está un grupo de actores que «ponen mucho de su parte emocional y físicamente», compuesto por Celia Freijeiro, Luis Zahera, Celso Bugallo, Maru Valdivielso, Daniel Holguín, Rolando San Martín, Marta Belmonte y Aaron Lobato.
Celso Bugallo, que encarna al despiadado patriarca, resalta que le resulta «muy interesante abordar un personaje de esta ferocidad y crueldad», al tiempo que ha admitido que tiene que «tener cuidado» para que no le haga «daño a nivel personal». Por su parte, Holguín afirma que le gusta bastante «que el amor sale perdiendo» en esta función. «Además, la obra necesita de un espectador inteligente y activo, debido a que todo el elemento teatral juega un papel muy importante», concluye.