A su lado Marion Cotillard se muestra demasiado débil en la película del australiano Justin Kurzel que ha cerrado la competición oficial

Michael Fassbender ha cerrado la competición del 68 Festival de Cannes con una interpretación llena de fuerza en un «Macbeth» del australiano Justin Kurzel que tiene a su lado a una Marion Cotillard demasiado débil para ser la enérgica Lady Macbeth.

Macbeth, primo del Rey Duncan, regresa junto a su esposa tras luchar en la guerra medieval entre Escocia y Noruega, destrozado pero cubierto de gloria. A lo largo del camino, ha recibido el anuncio de la triple profecía que debe conducirle hasta el trono. Devorada por la ambición, Lady Macbeth le empuja a precipitar la realización de su destino y el del reino…

Preservar la lengua de Shakespeare y mantenerse lo más fiel posible a versos escritos en 1606 pero proponiendo al mismo tiempo una lectura moderna de la obra, fueron los desafíos que se plantearon los productores británicos Iain Canning y Emile Sherman cuando consideraron que había llegado el momento de que una nueva generación de actores representara «Macbeth». Para lograrlo, se rodearon de dos actores en la cima de sus carreras, Marion Cotillard, oscarizada en 2008 por «La vida en rosa», y Michael Fassbender, actor fetiche de Steve McQueen descubierto gracias a «Hunger», Cámara de Oro en el Festival de Cannes 2008. Frente a frente, encarnan a esos esposos con las manos ensangrentadas, corroídos por la avidez y el deseo hasta la locura.

La resonancia de los temas de la obra con la actualidad provoca también que su adaptación adquiera hoy en día una nueva legitimidad: «La historia de «Macbeth» es especialmente conmovedora cuando consideramos el clima económico de estos últimos años». Justin Kurzel, cuya agudeza psicológica había sido ya elogiada con «Snowtown», ofrece una visión fiel y cinematográficamente reforzada por sus investigaciones sobre la época medieval y la guerra, así como por los rodajes realizados íntegramente en decorados exteriores.

«Nadie me dijo que Macbeth sufría desórdenes postraumáticos. Eso lo cambio todo para mí», ha explicado en una rueda de prensa Michael Fassbender, que ha recordado los problemas que sufren los soldados que regresan de Irak o Afganistán y que sufren alucinaciones. «Están caminando por la Croisette y se creen que están en Basora», ha dicho el actor, para quien Macbeth es alguien «que está muy fracturado desde el comienzo por su trabajo de soldado» y esa idea es la que dio sentido a su interpretación.

Además para el actor irlandés de origen alemán, aunque siempre se ha dicho que el drama de Shakespeare es una historia de ambición, para él trata sobre «la pérdida de la relación entre la pareja, la pérdida de un hijo y la pérdida de la cordura».

Una película rodada en Escocia y en medio del invierno, lo que hizo que fuera «extremadamente difícil», pero se trataba del escenario original de la tragedia de Shakespeare y el mejor lugar para escuchar «esas increíbles palabras», ha explicado el director.

Junto a Fassbender y en el papel de la terrible Lady Macbeth, la que impulsa a su esposo a la traición y al asesinato para ocupar el trono, la francesa Marion Cotillard en un papel que tiene un perfil mucho más bajo de lo que suele tener uno de los personajes femeninos más fuertes del teatro clásico. Lo primero que le atrajo del proyecto fue «la inmensa oportunidad de declamar a Shakespeare en la lengua de Shakespeare», en un texto que Kurzel ha querido dirigir «hacia la intimidad y profundidad de los personajes», ha señalado Cotillard. Una interpretación «muy sutil, casi suave, que creaba un contraste vertiginoso con la violencia de las relaciones de los personajes».

«Macbeth» es «una obra con personajes muy intimidatorios», ha resaltado la actriz, que ha asegurado que «nunca antes había sentido tanta presión para abordar un personaje». Un personaje que tenía una gran dificultad por el inglés clásico que utiliza. «Siempre tengo la necesidad de rendir un homenaje a un texto, especialmente si es de Shakespeare», ha subrayado.

Cotillard ha sido calificada como «la mejor» por su compañero de reparto, con el que ha mostrado una gran complicidad durante la rueda de prensa. El famoso drama de William Shakespesre ha tenido numerosas versiones tanto en el teatro como en el cine, muchas de las cuales fueron visionadas por Fassbender antes de emprender este proyecto. «Vi todas las versiones de «Macbeth» que pude para prepararme el papel, algo que me ayudó mucho, y el que más me gustó fue el de Akira Kurosawa», ha señalado Fassbender en referencia a «Trono de sangre», película de 1957.

Porque interpretar a Macbeth era una idea «aterradora», ha afirmado el actor, que ha asegurado que «todo ese miedo desaparece cuando empiezas. La mejor solución para los nervios es el trabajo». Un trabajo duro para dominar el lenguaje, encontrar el ritmo y explorar las numerosas formas en que un texto de Shakespeare puede ser abordado e interpretado. «Shakespeare es un genio y definitivamente quieres respetarlo, se trata de hacer algo que se ajuste a la visión del director, pero siempre desde el respeto», ha agregado.

Unos personajes complejos y profundos que tuvieron su efecto en los actores, como ambos han reconocido. «Es inevitable que queden residuos del personaje», ha dicho Fassbender, mientras que Cotillard ha afirmado que es «la primera vez» que ha tenido problemas para dejarse llevar totalmente por un personaje. «He hecho muchos papeles dramáticos, pero este es muy muy oscuro, en otros pese a la dureza siempre había posibilidad de encontrar algo de luz», ha agregado.

Esta nueva adaptación de «Macbeth» ha cerrado hoy la competición oficial de Cannes, que ha contado con 19 largometrajes, de los que este domingo 24, a partir de las 19.30 de la tarde saldrán los ganadores de los premios de esta 68 edición, entre ellos la Palma de Oro.