Un cruce de intriga, aventuras juveniles e historia de iniciación a orillas del Mississippi

«Mud», del norteamericano Jeff Nichols («Take Shelter») ha cerrado la competición del Festival de Cannes 2012, con una de las secciones competitivas más flojas de los últimos años. La película ha logrado levantar un poco el tono del certamen con una historia de anventuras juveniles, con su intriga y su inevitable reflejo de una iniciación al mundo adulto.

Protagonizada por los jóvenes Jacob Lofland y Tye Sheridan, cuenta también con las presencias de Matthew McConaughey, Reese Witherspoon y Sam Shepard. La acción se desarrolla en la América profunda a orillas del Mississippi. Dos amigos preadolescentes, en una escapada nocturna en motora por los ríos de la zona, llegan a una isla fluvial donde descubren que lo que consideraban su refugio secreto, está habitado por un expraño hombre, Mud, que pronto hace amistad con los muchachos. Esta hombre es buscado tanto por la policía como por un violento grupo de criminales, aunque el lo único que quiere es recoger a su novia, que se ha instalado en un motel de la zona y salir de allí.

Aunque la pñelícula es inferior a «Take Shelter», es una película más que correcta, que se ve con agrado, en la que la relación de los personajes con el entorno logra atrapar y que cuenta con unos actores en permanente estado de gracia.
«La línea directriz de la película es el amor, un amor no correspondido. Me pareció interesante observarlo a través de los ojos de niño de Ellis, no de los jóvenes protagonistas. La historia gira en torno al chico, quien busca desesperadamente cómo hacer para que el amor funcione».