Fue uno de los directores más destacados de la Primavera de Praga, responsable de títulos como «El incinerador de cadáveres»

El cineasta checo Juraj Herz, exponente de la «nueva ola» de los años 60, integrante de la llamada «Primavera de Praga», de la que estos diías se cumplen 50 años, responsable de películas como «El incinerador de cadáveres», murió el domingo 8 de abril a los 83 años, tras una larga enfermedad no desvelada.

Herz fue un director y guionista que realizó más de 25 películas, entre las que destacan el mencionado filme de terror, basado en una novela de Ladislav Fuks, y «Oil lamps», de 1971, conocido en algunos países como «La lámpara de kerosene». Debutó en el año 1965 con «Rudezas colectoras» («Sběrné surovosti»), basada en un cuento del escritor checo Bohumil Hrabal, y que hasta la actualidad es considerada como una de las mejores adaptaciones fílmicas de la obra de este autor.

El cineasta había realizado estudios de fotografía y de marionetas en Praga, durante su juventud, además de haber incursionado como actor en el Teatro Semafor, en la capital checa. Su ingreso al mundo del cine fue como asistente de dirección en los estudios Barrandov, en donde tuvo finalmente su oportunidad.

Herz fue uno de los cineastas checoslovacos que se vieron atraídos por el género del thriller psicológico. Testimonio de ello, entre otros, es su citado largometraje «El incinerador de cadáveres» («Spalovač mrtvol»), del año 1968, basado en la novela de Ladislav Fuks del mismo nombre, «Morgiana», del año 1972, o «El vampiro de Ferat» («Upír z Feratu»), de 1981.

Herz recibió innumerables premios, entre ellos, el Globo de Cristal del Festival Karlovy Vary, en 2010, por su contribución a la cinematografía mundial, como así también el León Checo, en 2009, máximo galardón que otorga la academia de su país.