GANADOR DE 3 GOYAS Y DEL PREMIO SEGUNDO DE CHOMÓN DE LA ACADEMIA DE CINE, PARTICIPÓ EN MÁS DE 450 PELÍCULAS EN TODO EL MUNDO

Emilio Ruiz del Río (Madrid, 11 abril 1923) falleció ayer 14 de septiembre, en el hospital San Rafael de Madrid, aquejado de una insuficiencia respiratoria provocada por una infección pulmonar. Este genio de los efectos visuales, ha sido durante más de sesenta años una referencia imprescindible para los cineastas de nuestro país y de gran parte del cine internacional.

Su trabajo, calificado como «El plano imposible», se distinguió por su habilidad para recrear imágenes sobre cristal y chapa que permitían llevar a la pantalla encuadres inexistentes y la minuciosidad de sus maquetas, gracias a sus amplios conocimientos de las artes plásticas y la fotografía y a su destreza con los pinceles.

Creador de muchos de los trucos imprescindibles de nuestro cine, que él mismo inventaba y reinventaba sin fin, colaboró con los más grandes directores: desde los españoles Florián Rey, Rafael Gil, Juan de Orduña o Forqué, hasta Buñuel, Mann, Cukor, Vidor, Welles o Kubrick.

Su trabajo se hizo imprescindible en títulos como «Rey de reyes”, «Lawrence de Arabia”, «55 días en Pekín”, «La caída del Imperio Romano”, «Doctor Zhivago”, «Patton” y una larga lista, en una época en que no existían los efectos informáticos. Después llegarían «Dune” o «Conan el destructor”.
Nominado en 10 ocasiones, Emilio Ruiz recibió 3 premios Goya: en 1992 por «Acción mutante”, en 1999 por «Nadie conoce a nadie” y este mismo año por «El laberinto del fauno”, de Guillermo del Toro, con quien ya trabajara en «El espinazo del diablo”.
CINE, PINTURA Y PUBLICIDAD
En los últimos años, repartió su tiempo entre el cine, la publicidad y la pintura, realizando numerosas exposiciones alrededor del mundo. Su trabajos más recientes se puede ver en «Teresa, el cuerpo de Cristo” y en la candidata al Oscar, «Luz de domingo» de José Luis Garci.
Trabajador incansable, hasta el último día estuvo ideando nuevas imágenes imposibles, mientras preparaba con Mateo Gil los escenarios de «Pedro Páramo” y recordaba su vida en un documental que Sifrid Monleón y Andrés Santana preparaban sobre su figura.
Emilio Ruiz ha sido uno de los directores artísticos cuya intensa labor profesional le ha permitido entrar con mayúsculas en la Historia del Cine. Muchos trucajes ideados por él han sido y siguen siendo utilizados en películas de todo el mundo.