Icíar Bollaín es la elegida para escribir unas palabras en el texto internacional

El 63 Festival Internacional de Cine de Berlín acogerá un encuentro histórico el 15 de febrero. Mujeres profesionales del cine, procedentes de todo el mundo, se reunirán para elaborar una agenda internacional, desde la que trabajar por la igualdad real en la industria del cine.

Esta jornada histórica es resultado de una iniciativa del Dortmund / Cologne International Woman Film Festival y el Athena Film Festival de Nueva York, que cuenta desde el principio con la colaboración activa de CIMA. «You cannot be Serious – A Discussion on the Status of Women Directors” es el nombre de esta jornada, que recoge el grito de protesta de 2010, cuando las profesionales pidieron una representación justa de las mujeres en el Festival de Cannes. «Levantamos nuestras voces con la esperanza de que esto no ocurra nunca más. Estamos observando y no nos callaremos”, dijeron entonces y, dos años después, en 2012, volvieron a denunciar el nuevo desprecio sufrido en el certamen internacional.
En toda la historia del Festival de Cannes solamente una mujer ha conquistado la Palma de Oro, Jane Campion en 1993, y la compartió con Chen Kaige. Solo cuatro mujeres han ganado primeros premios en Venecia y Berlín, y el Oscar a Mejor Dirección solo lo ha recibido una mujer, Kathryn Bigelow.
Icíar Bollaín ha sido elegida para escribir unas palabras en el texto internacional. ¿Es posible imaginar un mundo en el que menos del 10 % de las películas estuvieran escritas o dirigidas por hombres? se pregunta en él: «En España solo el 7% de los directores de cine son mujeres. La cifra es un poco mejor para las guionistas. En el mundo entero es la misma la historia y en muchos países, incluso peor. ¿Es posible imaginar un mundo en el que menos del 10% de las películas estuvieran escritas o dirigidas por hombres? Hablamos mucho de «diversidad cultural», pero al mismo tiempo marginamos la experiencia vital de la mitad de la población, o accedemos a esa experiencia por la interpretación que hacen los hombres de ella. Las películas expresan cómo somos, cómo son nuestros sentimientos más íntimos, cómo soñamos, luchamos, amamos. Las películas crean modelos y retratan nuestras sociedades. Pueden ser testigos de nuestro tiempo. ¿Cómo podemos dejar que se cuente solo la mitad? Que se muestren la mitad de testimonios. Que se retrate solo la mitad. Y ¿cómo podemos llamar a eso diversidad o incluso decir que es representativo? ¿Cómo podemos perder tanta riqueza? La gran pregunta, como subrayan mis colegas en esta reunión, es cómo cambiar esto y fortalecer este medio maravilloso en el que tenemos el privilegio de trabajar”.