El actor protagoniza «El lado bueno de las cosas», donde interpreta a un obsesivo compulsivo fan de los Eagles de Filadelfia

El joven Don Corleone de la segunda «El Padrino» (1974) le valió a Robert De NIro un Oscar al mejor actor de reparto. El segundo, en 1980 por «Toro salvaje» en la que fue Jake LaMotta. En 1991 fue nominado por «El cabo del miedo» y ha sido nominado hasta seis veces en 17 años. Es considerado por muchos el mejor actor de nuestros días (con permiso de Hoffman y Pacino).

De Niro estrenará este 25 de enero la hilarante «El lado bueno de las cosas» («Silver Linings Playbook»), a la mayor gloria tambien para el imparable Bradley Cooper, que estará en Madrid el próximo 16 de Enero, para presentar el filme. En ella, De Niro interpreta a un obsesivo compulsivo fan de los Eagles de Filadelfia, Pat y padre de Cooper.

Nominado ya por este trabajo para los premios de la crítica y actores de reparto, es posible que escuche su nombre el 10 de enero cuando se anuncien las nominaciones al eunuco de oro. No obstante, no se hace ilusiones en su humilde estilo habitual: «no quiero decepciones, así que no pienso en ello».

La sorpresa ha venido por carecer de nominación al Globo de Oro por este film de David O. Russell porque es uno de los favoritos de los periodistas extranjeros, con 8 nominaciones previas. Hace dos años le dieron el premio Cecil B. De Mille y emitió un discurso muy divertido. Y es de los pocos que salió en defensa del británico Ricky Gervais. «NO creo que hiciera nada malo, más que traer su particular humor». Está claro que la película le ha complacido a este también director. Particularmente el uso de las cámaras por el director, con movimientos de 360 grados.

«Es imprevisible, autoriza la improvisación y nos sentimos más frescos y libres, lo cual enriquece el trabajo. Es un director único».