EL BAILE DE LAS ÁNIMAS

    401
    Titulo original: El baile de las ánimas
    Año: 1993
    País: España
    Duración: 85 min.
    Dirección: Pedro Carvajal
    Música: Manuel Balboa.

    Intérpretes

    Ángela Molina, Mónica Molina, Dorotea Bárcena, Joaquim de Almeida, Ana Álvarez, José Conde Cid, María Pujalte, Rosa Álvarez, Paloma Cela, Julio Lago y Manuel Lorenzo.

    Sinopsis

    En el otoño de 1948, la joven Mónica (Mónica Molina), hija del matrimonio entre la republicana Adela (Ángela Molina) y el falangista Agustín (José Conde Cid), se escapa del internado de monjas donde estudia para ir a vivir con su madre en el suntuoso pazo familiar cercano a La Coruña. Allí se entera de que sus padres están separados, él vive en Madrid y ella en el pazo, y que su madre es la amante de su atractivo vecino Antonio (Joaquim de Almeida), mientras conoce a la criada Dorotea (Dorotea Bárcena), a su hija Maleja (María Pujalte), a la meiga Marigaila (Rosa Álvarez) y al espíritu de la tía Irma (Ana Álvarez), que vaga por el pazo desde que se suicidó tirándose al mar por un acantilado porque su pérfido cuñado Agustín la dejó embarazada. La joven Mónica descubre, a través de la cada vez más fuerte presencia de su padre, que quiere aprovechar su huida del internado para volver a hacer vida marital con su madre y cómo las mujeres de la casa se unen para acabar con él. La víspera del día de difuntos, las mujeres organizan un baile en el pazo, al que invitan a los vivos y a los muertos, pero a pesar de la presencia del gobernador (Julio Lago) y de que está rodeado por la Guardia Civil, mientras el alma en Pena de Irma baila un vals con su antiguo amante Agustín, consigue que los muertos presentes se lo lleven en volandas y lo tiren por el mismo acantilado por el que se vio obligada a tirarse Irma.

    Comentario

    En torno a la víspera de Difuntos, el Halloween, la historia transcurre en el ambiente de la posguerra española, otoño de 1948, en las cercanías de la ciudad de La Coruña, inspirada en la tradición gallega-celta del culto a los antepasados, donde se diluye la frontera entre la vida y la muerte. Se trata de la venganza que toma un grupo de mujeres contra un seductor y para ello no dudan en recurrir a la ayuda de los muertos. La película es la segunda entrega de una inconclusa trilogía necrofílica y gallega, que se había iniciado con Martes de carnaval, codirigida entre Pedro Carvajal y Fernando Bauluz. El director hace aquí gala de una gran pericia para captar la sensibilidad mágica propia de la cultura gallega, sin excluir cierta ironía, con una realización firme y competente. Una historia feminista en la que los hombres son unos seres malvados, como el marido, o débiles, como el amante, y las mujeres tienen la fuerza y el poder en sus manos, se entienden bien y se confabulan contra el sexo opuesto.