EL CURA DE ALDEA

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    Titulo original: El cura de aldea
    Año: 1935
    País: España
    Duración: 95 min.
    Dirección: Francisco Camacho
    Guión: Francisco Camacho, basado en el drama homónimo de Enrique Pérez Escrich.
    Música: Rafael Martínez.

    Intérpretes

    Juan de Orduña, Pablo Álvarez Rubio, Manuel Arbó, Valentín González, María del Carmen Merino, Ángel Moreno y Pilar Muñoz.

    Sinopsis

    A mediados del siglo XIX, en una aldea de la provincia de Salamanca, la joven pobre Ángela Ponce (Pilar Muñoz) se casa en el rico cacique Gaspar Nuñez (Manuel Arbó), pero más para poder atender a su madre ciega que por amor. Desde el primer momento se interpone entre ellos su malvado hermano, Antonio Ponce que, convertido en el bandido El señorito salmantino, mata al padre de Gaspar Nuñez para robarle, que cuando Gaspar lo descubre, deja de querer a Ángela y rechaza el fruto de su unión. Mientras tanto, el bondadoso cura de la aldea, el padre Juan (Valentín González), acepta ocuparse del mantenimiento y educación de un niño, al que una noche dejan abandonado a la puerta de su iglesia, además del de una sobrina huérfana. Años después, cuando los tres niños se han hecho mayores, Diego Nuñez (Juan de Orduña) vive en Salamanca dedicado al juego, mientras su padre sigue sin querer saber nada de él, la sobrina del cura se ha convertido en la rubia María (Mary del Carmen) y el protegido se llama Roque (Pablo Álvarez Rubio). El drama se plantea cuando ambos muchachos se enamoran de María pero Diego Nuñez es reclamado para ir a combatir a las guerras carlistas, lo que significa una muerte segura y su padre se niega a dar dinero para librarlo del servicio. El padre Juan mendiga para lograr el dinero al haber conseguido que Diego Luna abandone el juego y enseñe el evangelio a los niños. El conflicto se soluciona cuando Roque decide dar dinero al cura para convertrirse en sustituto de Juan.

    Comentario

    Interesante muestra del cine popular español de la época de la República que es un remake de una película muda de Florián Rey de 1926. Se trata de la adaptación del drama homónimo de Enrique Pérez Escrich. Un melodrama próximo al folletín ambientado en Salamanca con grandes decorados y una cuidada ambientación. Como protagonista el que tras la guerra se convertirá en productor famoso, Juan de Orduña.