Titulo original: El Greco
Año: 1966
País: España – Italia – Francia
Duración: 85 min.
Dirección: Luciano Salce
Guión: Guy Elmes, Luigi Magni y Luciano Salce, con diálogos de Massimo Franciosa, según una historia de Juan García Atienza y Rodrigo Rivero basada en aspectos de la vida de El Greco.
Música:
Ennio Morricone.
Intérpretes
Mel Ferrer, Rosanna Schiaffino, Franco Giacobini, Renzo Giovampietro, Ángel Aranda, Andrea Bosic, Adolfo Celi, Nino Crisman, Rosi Di Pietro, Giulio Donnini, Franco Fantasia, Mario Feliciani, Gabriella Giorgelli, John Karlsen, John Francis Lane, Maria Marchi, Rossana Martín, Fernando Rey, Rafael Ribelles y Bruno Scipioni.
Sinopsis
Domenico Theotokopulos, llamado El Greco (Mel Ferrer), llega a Toledo en 1577. Un día el rey Felipe II (Fernando Rey) va a Toledo y El Greco, queriendo conquistar sus simpatías para casarse con una aristócrata de la época, Jerónima de las Cuevas (Rosanna Schiaffino), regala al monarca una pintura que éste agradece. El Greco, creyéndose respaldado por el favor del rey, manifiesta abiertamente su amor por Jerónima, pero sus enemigos los denuncian a la inquisición como nigromantes. Por varios meses, el Greco soporta torturas físicas y morales; Jerónima intercede para salvarle, pero todo es inútil. La joven entrará en un convento donde morirá tras dar a luz a un niño. El Greco, ya aniquilado, reconoce sus culpas y es puesto en libertad. Un día, un joven aprendiz se presenta al viejo pintor: es su hijo. Tal vez, a través de sus ojos serenos de adolescente, también El greco pueda de nuevo, un día, sonreír a la vida.
Comentario
Un estudio del famoso pintor del siglo XVI, con Mel Ferrer como productor y protagonista. Lo más destacado está en el magnífico uso que hace el director, el italiano Luciano Salce, de la ambientación y decorados de Toledo y de la fotografía de sus pinturas, destacando el trabajo de Leonida Barboni como director de fotografía, que emplea un cromatismo casi pictórico. La película es sobre todo un melodrama histórico que se centra en los problemas que tuvo el pintor con el tribunal de la Inquisición, que siempre le consideró un hereje por su condición de extranjero.
