Intérpretes
Premios
Sinopsis
En 1638 la reina Ana de Francia da a luz a un muchacho que un día heredará el trono. Pero, aunque muy poca gente lo sepa, existe un hermano gemelo que nació unos minutos después. Veintidós años más tarde, el rey Luis XIV (Leonardo DiCaprio) reina en Francia. Han pasado ya muchos años desde aquellas aventuras de los tres mosqueteros, los legendarios Aramis (Jeremy Irons), Athos (John Malkovitch), Porthos (Gérard Depardieu) y D’Artagnan (Gabriel Byrne) con los pérfidos Milady DeWinter y el cardenal Richelieu, y ahora los maduros mosqueteros están retirados. Sólo D’Artagnan, quien fue aquel joven atrevido y valeroso, sigue en activo como capitán general del cuerpo de mosqueteros. El resto han adoptado una tranquila vida al margen de las intrigas palaciegas: el vitalista y risueño Porthos se siente viejo, cansado, sin la energía y fuerza que le caracterizaban; el beato y audaz Aramis, se ha convertido en el sacerdote de la corte y Athos, el taciturno y solitario mosquetero, es ahora un gran padre, cuyo hijo Raoul aspira a seguir sus propios pasos al servicio del Rey junto a D’Artagnan y a comprometerse con una joven llamada Christine. Desgraciadamente, los tiempos de Luis XIII se han terminado y en esta época la monarquía está en manos de su hijo, el déspota ilustrado Luis XIV, que ejerce el poder de la manera más absoluta y cruel, sumiendo al pueblo en la miseria y llevando a su país a la ruina. Nadie confía ya en él, incluso el propio D’Artagnan desea que cambie de actitud cuanto antes en beneficio de Francia. Mientras, en La Bastilla, un misterioso personaje ha permanecido recluido durante seis años, con su rostro ocultado tras una máscara de hierro. Este prisionero no es otro que Philippe (Leonardo DiCaprio), el hermano gemelo de Luis XIV. Al nacer los dos hermanos, el menor fue condenado a vivir separado de los suyos en una isla para evitar disputas entre ellos a la hora de acceder al trono. Sin embargo, cuando Philippe cuenta con dieciséis años, su hermano decide aprisionarlo en el calabozo y esconder su rostro tras una temible máscara de hierro con el fin de que jamás pueda arrebatarle el poder que ostenta. Este planteamiento constituye la misión ideal para unos mosqueteros que, aunque lejos de aquellos tiempos de gloria, quieren recuperar los valores perdidos para Francia y su propia juventud. Con este fin vuelven a reunirse y conciben un atrevido plan para salvar a Francia de la tiranía del monarca y poner al descubierto toda la verdad. Solamente D’Artagnan se interpone en su camino.